El conflicto de los trabajadores de Gotan lleva más de un año. Es una pequeña pero importante metalúrgica ubicada en el parque industrial de Burzaco. El segundo más grande de la provincia de Buenos Aires con mas de 200 fábricas, con predominancia en PyMEs, pero con algunas empresas grandes como Ball o General Mills. Ubicada en Almirante Brown, el quinto distrito mas grande de Buenos Aires, con mas de 500.000 habitantes. Una fábrica de la principal rama industrial del país, la industria metalúrgica. En 2019 el empresario macrista y secretario de parques industriales bajo el gobierno de Cambiemos, Horacio Lamberti, presentó una quiebra fraudulenta, desvió sus trabajos principales a una Sociedad de Responsabilidades Limitadas (SRL) para vaciar Gotan y dejar a 27 trabajadores en la calle. A continuación compartimos una serie de reflexiones sobre esta experiencia de lucha; lo hacemos con el afán de aportar elementos que nos preparen frente a los tiempos que se vienen.
Las etapas del conflicto
Si tenemos que hacer una periodización, podríamos hablar de tres etapas en la lucha: La primera se abre en septiembre del 2019, el cierre de la planta tras el vaciamiento y quiebra fraudulenta. La valerosa decisión de los trabajadores de ocupar la planta constituye una firme respuesta, en el marco de los duros ataques que recibió la rama metalúrgica con mas de 70.000 despidos. En ese momento Alberto Fernández decía que de ser electo presidente elegiría a los jubilados antes que al FMI y decía que se le pondría plata en el bolsillo de la gente. Muchos tenían esperanza en que el candidato del Frente de Todxs arreglara el desastre que había dejado Macri. De hecho, las autoridades del Municipio de Cascallares, aliado de Fernández, se presentaron en la fábrica y prometieron respuestas.
La dirección de la UOM fiel a su línea de complicidad con los empresarios, le dijo a los trabajadores que esperaran de brazos cruzados a pesar de que la base mostró una fuerte disposición a pelear. El representante legal de Gotan, alineado con el peronismo y miembro de la Federación de Trabajadores de la Economía Social (FETRAES) puso el foco solamente en la acreditación de la cooperativa sin presentar un plan defensivo ante cualquier intento de desalojo, que la lucha sea rodeada de solidaridad y que no sea quebrada por hambre.
Desde el primer momento se dirimió una contradicción. Al brutal ataque de la empresa, que contó con la complicidad de la burocracia sindical que dirigió el conflicto hacia un fuerte aislamiento, se le opuso la decisión de los trabajadores de ocupar la planta en defensa de sus puestos. El límite estaba en que aún no tomaban medidas para difundir y rodearse de solidaridad. Cuando en simultáneo, nacía la Coordinadora de Trabajadores en Lucha de la Zona Sur, con Ansabo, fábrica papelera de Villa Florida también bajo gestión obrera a la cabeza, Petronas, Ran Bat, Coca Cola, Aeronáuticos y otros sectores. Esto pudo haber dado un impulso sin precedentes a la lucha de Gotan en sus inicios.
La segunda etapa se da a mediados del 2020 con el nuevo gobierno peronista. Con la pandemia producto del covid-19, la crisis y el ajuste se profundizaron. En Gotan establecieron el control obrero de la producción, con ingeniosas ideas, como la elaboración de un sanitizante a pedal que fue donado a los principales hospitales de la zona y a Villa Azul. Comenzaron a tejer lazos de solidaridad que se extendieron hasta la coordinadora de Zona Sur, con Ansabo y Penta. A partir de mayo de 2020 comenzaron las ollas populares en la fábrica, que fueron recibidas activamente por los sectores en lucha, las organizaciones, vecinos, y trabajadores del parque industrial. Estas primeras instancias fortalecieron su reclamo, se le comenzó a exigir respuestas al Estado, impulsar un fondo de lucha y sumarse a la coordinación con las otras dos recuperadas del conurbano, Ansabo y Madygraf.
En esta etapa, la orientación de la lucha mostraba una tensión entre dos orientaciones distintas. Por un lado una estrategia impulsada por el abogado del FETRAES, que fomentaba la pasividad y las expectativas en el desarrollo de la vía legal. Mientras que simultáneamente se expresaban propuestas que apuntaban a otro rumbo, planteando un plan productivo en pos de las necesidades de la comunidad y la confección de productos para combatir la pandemia. También se buscaba la coordinación y difusión del conflicto. Ya para mediados de este año se da la obtención de la matrícula que los acredita como cooperativa. Producto de un triunfo de la coordinación y la difusión, mostrando la solvencia de la fábrica y rodeándose de solidaridad.
En la actual etapa, que se abre entre los meses de septiembre y octubre de 2020, los trabajadores de Gotan realizaron una ruptura con la orientación y representación legal del FETRAES, y recurrieron a la ayuda del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), planteando un rumbo totalmente distinto. A partir de aquí, Claudio Dellecarbonara, trabajador del Subte y diputado del PTS en el FITU, logró que se vote en la legislatura bonaerense una preocupación por la situación de los trabajadores de Gotan y sentando las bases para la presentación del proyecto de expropiación similar al de Ansabo. En esa sintonía, se elevaron dos cartas a la intendencia y al gobierno de la provincia, exigiendo las respuestas prometidas y que si verdaderamente asumieron para arreglar el desastre macrista, dejen de avalar la estafa del empresario Lamberti. Sumado a volverse convocantes, de la Coordinadora de Trabajadores en lucha de la Zona Sur y la realización del plenario de fábricas recuperadas junto a Ansabo y Madygraf, que votó una campaña por la expropiación de las fábricas.
Desafíos para lo que viene: la importancia de las recuperadas ante la crisis
En un contexto general donde se empieza a mostrar manifestaciones en respuesta al empeoramiento de las condiciones de vida, consecuencia de la crisis económica y la línea de ajuste. Surgen nuevas luchas contra ataques patronales de todo tipo: vimos la lucha de los aeronáuticos de Latam con cortes de ruta y grandes movilizaciones, los ferroviarios con movilizaciones históricas de la oposición por reapertura de paritarias, la UOM con gestos de descontento por los bajos salarios y condiciones de trabajo, en la que se encuentra la lucha de GRI Calviño; y también luchas por vivienda principalmente la de las familias de Guernica, la cual marcó la escena política y recibió la solidaridad de amplios sectores del movimiento obrero. Gotan junto a Ansabo fueron centros de acopio de donaciones, diciendo "así como ellos luchan por vivienda nosotros luchamos por trabajo", repudiando el accionar represivo en el desalojo con topadoras de Berni y Kicillof. Las familias de Guernica han participado de reuniones de la Coordinadora, expresando su satisfacción y su entusiasmo por ser parte de la organización obrera de la zona sur.
Quienes escribimos estas líneas estamos orgullos de decir que hemos puesto nuestras fuerzas en alentar y acompañar la lucha de los trabajadores de Gotan, siempre apostando a forjar unidad y coordinación entre todos los sectores en lucha de los trabajadores y el pueblo en perspectiva de que su fuerza tenga expresión en las calles. Con un programa para enfrentar la crisis: Que toda fábrica que cierre o despida se ponga a producir bajo gestión de sus trabajadores. Las fábricas recuperadas muestran que los trabajadores pueden dar una salida independiente al ajuste y los despidos, racionalizando y mejorando la producción para cubrir las necesidades de miles de personas. ¿Qué pasaría si esto sucediese en grandes ramas de la industria, alimenticia, autopartista, petrolera, etc?
El 2020 finalizó con más de 5 millones de desocupados, 18.5 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza. Mientras las centrales sindicales continúan con su complicidad, el gobierno ya dejó claro que su programa es entregarse al FMI. Este escenario traerá desafíos duros para poner las experiencias conquistadas y sus lecciones a la ofensiva, para que sean espejo donde se miren miles de trabajadores para que el día de mañana, puedan mostrar una alternativa a la desocupación y al hambre que nos quieren imponer. Por eso, Gotan, puede ser una fábrica chica, pero su ejemplo y su valor trascienden. |