Los trabajadores despedidos de la fábrica Guerrero Motos impulsaron nuevas medidas de fuerzas reclamando por su reincorporación. Esta vez con el apoyo del sindicato SMATA bloquearon hasta horas del mediodía los accesos a la planta ubicada en la zona sur de San Lorenzo. Esta vez la patronal no convocó al personal administrativo y contratado, que la semana pasada ingresaron con custodia policial.
Los trabajadores denuncian despidos ilegales: luego de un paro convocado por el sindicato la patronal envió telegramas de despidos a los operarios, violando el derecho a huelga. Previamente había despedido a un delegado acusándolo de robo. A fines de diciembre, en una acción patoteril, el dueño de la planta intentó incendiar el auto de uno de los trabajadores. Y pese a que el Ministerio de Trabajo dictaminó una conciliación obligatoria que impone la reinstalación de los trabajadores despedidos, se niega a acatarla y a permitir el ingreso de los delegados.
Para la mañana de este viernes está convocada una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de la ciudad de Rosario. Allí la patronal debería explicar su permanente accionar antisindical y persecutorio. Pero son las acciones de los trabajadores, impulsadas por la voluntad de los despedidos, las que pueden desarrollar la fuerza para conquistar el reclamo obrero y derrotar el plan patronal. |