Este miércoles un numeroso grupo de personas autoconvocadas se movilizaron en las calles de la localidad perteneciente al partido de Villarino manifestando su repudio por los casos de abuso y violencia de género.
La zona fue sacudida hace unas semanas cuando se conocía en Mayor Buratovich el femicidio de Celina Yésica Paredes, joven de 21 años trabajadora del MTE Rural y madre de dos hijos. A lo que se sumó la denuncia de abuso sexual de una una menor de 13 años. Por esto las consignas: “Nos quitaron tanto que acabaron quitándonos el miedo”, “quien nos cuida de la policía” y “Vivas nos quiero, libres sin miedo” recorrieron las calles de Luro.
Anteriormente en una movilización por familiares y compañeros de Celina, Laura Vázquez referenta del MTE Rural en Mayor Buratovich declaró: “queremos que este femicidio no quede impune como muchas veces ocurre por culpa de la justicia machista y patriarcal”, agregando la exigencia al Estado de acompañar a la familia de Celina haciendo hincapié en la necesidad de que se construyan “políticas públicas para erradicar la violencia machista y que se generen equipos interdisciplinarios para que las compañeras puedan expresar lo que viven y tengan el acompañamiento que necesitan para salir de esas situaciones”.
Es que estos no son casos aislados, el Observatorio “Ahora que sí nos ven” el 31 de diciembre pasado comunicó que durante 2020 se registraron 298 femicidios, es decir uno cada 29 horas. A través de ese informe también revelaron que el 65,5% de los crímenes fue cometido por parejas y ex parejas de las víctimas, y que en el 65,1% de los casos, sucedieron en los propios hogares de las mujeres.
Esto deja en evidencia que las diversas violencias sufridas por las mujeres se recrudecieron con el transcurrir de la pandemia, ya que el contexto de aislamiento obligó a las mujeres a permanecer junto a sus victimarios en el mismo hogar.
Sin embargo por parte del gobierno del Frente de todos y el Ministerio de las mujeres, género y diversidad se ofrece un salario de $17.000 a través del programa Acompañar, impulsado para víctimas de violencia, que resulta insuficiente teniendo en cuenta que muchas de estas mujeres tienen a cargo el sustento de sus hijos y que la pandemia abrió una crisis económica que tuvo consecuencias directas sobre las familias trabajadoras, reduciendo sus niveles de vida y sus ingresos.
Por esto se hace necesario seguir exigiendo un salario de emergencia acorde a la canasta básica familiar en vez de seguir destinando fondos a la deuda contraída por Macri que significa la profundización del recorte de presupuesto destinado a la solución de estas problemáticas. Seguimos exigiendo que no se pague la deuda, la deuda es con nosotras.