El gobierno de Sebastián Piñera no solo ha recurrido a generar pactos como el acuerdo por la paz y nueva constitución, firmado entre la derecha, la ex concertación y el Frente Amplio, con tal de buscar desviar lo que fueron las grandes movilizaciones que tuvieron su punto más álgido el 12 de noviembre en la paralización de trabajadores más grandes de las últimas décadas. Sino que además se ha basado en el fortalecimiento de leyes represivas, como las leyes “anti barricada”, para otorgarle mayores facultades a las fuerzas represivas del Estado, a la hora de reprimir a quienes se movilicen. Esto forma parte de la respuesta de conjunto que ha tenido el gobierno, teniendo por un lado “la zanahoria” y por el otro lado “el garrote”.
Para poder sostener esta forma de actuar, se basan en la amplia maquinaria estatal compuesta por políticos, jueces y las fuerzas de represión, que les ha permitido responder ante el profundo cuestionamiento generado en la rebelión popular. Con ello, buscan blindar al régimen que han defendido por más de 30 años, el cual profundizó la privatización de nuestros derechos básicos, al mismo tiempo que le abrió una puerta a los grandes empresarios para saquear los recursos naturales del país.
Una balanza del lado de la reacción
Pero hay un claro contraste entre la respuesta que ha tenido el gobierno con ultraderechistas como Roberto Belmar, quien semanas atrás comentaba sobre el caso de femicidio de Maria Isabel Pavez, que “estaba bien muerta” y que ella buscó esa situación. El repudio en las redes fue generalizado. Pese a estos antecedentes nada le importo a Roberto Belmar, quien junto a un grupo de extrema derecha, se le vio con una pistola de balines, que utilizó contra familiares y personas que se encontraban exigiendo la libertad de las y los presos políticos de la rebelión y en ese momento la libertad de los presos políticos del pueblo mapuche.
Pero el actuar de carabineros fue muy distinto al que han tenido por ejemplo, con la familia de Camilo Catrillanca, en donde hemos podido ver la brutalidad de las fuerzas represivas incluso con menores de edad. Hay una política sistemática de violencia hacia las comunidades del pueblo Mapuche. Al igual que los audios que muestra a funcionarios de la PDI amenazando de muerte a una menor de edad en Temucuicui.
Para Dauno Totoro, candidato de la lista “A darlo vuelta todo, trabajadores y trabajadoras revolucionarios, ”Es claro como los grupos ultraderechistas actúan contra quienes se movilizan, amparados no solamente por carabineros, quienes son parte de las fuerzas represivas del estado, sino que por la propia justicia. Mientras a un profesor lo encarcelan dos meses por patear un torniquete, a Roberto Belmar lo dejan en libertad luego de dispararle a los presos políticos, esto demuestra con más claridad que la única vía para enfrentar a estos sectores es a través de la movilización y de la lucha, tomándose ejemplos importantes como la toma de la plaza de la dignidad el dia viernes, contra sectores ultraderechistas. Eso se tiene que multiplicar, a la ultraderecha tenemos que enfrentarla en las calles, con la movilización de las y los trabajadores y la juventud."
La justicia y el fin a la impunidad no es algo que caerá del cielo, sino que será conquistado a través de la fuerza de la movilización, en la unidad que surja entre trabajadores y el pueblo pobre. Esta será también el único camino para liberar a todas y todos los presos políticos de la rebelión. |