Fue en la localidad santafecina de Hugues. Una inspección de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) encontró en un campo de esa localidad a 19 trabajadores rurales viviendo hacinados en casillas sin siquiera ventilación.
Se trata, en este caso, de trabajadores oriundos de Santiago del Estero contratados para el desflore del maíz, que se realiza antes de la cosecha y consiste en quitar la flor a la planta de maíz para evitar que se contamine.
A estos trabajadores, según la denuncia del delegado de UATRE, la patronal no les había proporcionado ni siquiera elementos de higiene personal, en plena pandemia.
Además cobraban bastante menos de lo estipulado por convenio. Les pagaban $1400 diarios, cuando lo estipulado son $2077. Cuando UATRE procedió a realizar la denuncia al ministerio de Trabajo de la provincia, recién ahí les regularizaron el pago del jornal.
Una vez más salen a la luz estas condiciones laborales a las que son sometidos los trabajadores rurales en muchas de las provincias del país.
Este mismo sector patronal, es el que realizó un lock out a mediados de enero para protestar contra la medida de limitar las exportaciones. El Gobierno cedió a todas sus demandas.
Si bien el sindicato realiza inspecciones, junto al ministerio de Trabajo, como las de este tipo donde saltan las condiciones de servidumbre que padecen los trabajadores, deja librada la suerte de los jornaleros a que alguna inspección haga visible esta situación que es moneda corriente, en vez de apelar a la organización de los trabajadores y una discusión democrática para decidir qué medidas tomar contra estas situaciones que mantienen en semi esclavitud a miles y miles de trabajadores. |