Dos patrulleros de la policía Municipal de Ensenada, con armas largas, y tras una supuesta denuncia de “usurpación” del lugar, llegaron este mediodía al Centro Comunal del Barrio José Luis Cabezas. Se estaba realizando una jornada comunitaria de limpieza y pintura. ¿Quién denunció a los y las vecinas?

Domingo, 38 grados de calor. Delegados, junto a vecinos y vecinas del Barrio José Luis Cabezas trabajaban en la limpieza y puesta en valor del local Comunal, preparando las instalaciones para el Lunes 25, cuando se realizará un homenaje al periodista asesinado en 1997 cuyo nombre, solidariamente, fue tomado como propio.

Como hemos relatado en estas páginas, la Municipalidad de Ensenada pretende apropiarse del local, sello identitario y sede de organización de la Junta Comunal hace 25 años, bajo el argumento de colocar una “posta sanitaria” para un Barrio que linda, hacia un lado, con el Hospital el Dique y hacia el otro, a seis cuadras, con un muy completo Centro de Salud.

Durante los últimos días, las comunicaciones por parte de representantes de la Municipalidad de Ensenada olvidaron su tono cordial, escalando rápidamente al de amenaza. Es una situación preocupante, porque lo que están diciendo los vecinos es irrefutable: aquí no hay ninguna usurpación, el centro comunal es propiedad colectiva del Barrio Jose Luis Cabezas, y las muestras hostiles por parte de las autoridades no hacen más que llevar nerviosismo a un barrio que no tiene servicios tales como el agua, luz, gas, etc. Si la Municipalidad tuviese tantísima “buena voluntad”, comenzaría resolviendo estas cuestiones más urgentes.

Los hechos de hoy son graves: detrás de una supuesta denuncia anónima, se apersonaron patrullas municipales, con policías portando armas largas. Al principio con un tono amenazante y luego, al no poder constatar nada más que lo obvio, que había un grupo de vecinos trabajando para arreglar un local comunitario, debieron retirarse.

Una pregunta quedó flotando en el aire: ¿quién mandó a la policía?.