Con un tono tranquilo, casi somnoliento, el presidente hizo su presentación virtual en Davos. Algunos de los ejes que tomó contrastaron con la gestión que viene llevando adelante.
Recalcó que uno de sus ejes, y necesidades a nivel mundial, es poner foco en "los más vulnerables, en los últimos", lo cual "no es una teoría sino una convicción" que, según sus palabras, lleva adelante su Gobierno desde el inicio de la pandemia.
Rescató la necesidad de pensar en las personas cuando se habla de economía y volvió a sostener la idea de "dejar atrás el capitalismo infeliz”. Las declaraciones contra el desarrollo de la igualdad al parecer estarían siendo desmentidas por la misma Cepal que hace poco tiempo había publicado que Argentina alcanzó el podio en el aumento de la desigualdad en la región en este 2020.
Fernández también sostuvo que "no hay más lugar para ajustes irresponsables". Sin que quede muy en claro qué sería un ajuste “responsable”, los datos de la economía argentina y el presupuesto presentado para este 2021 parecen simplemente seguir la parte que se refiere a “ajuste”. Los recortes en las escasas ayudas sociales para paliar los efectos de la pandemia, como el IFE, el aumento en los precios de los alimentos, y el ajuste en las jubilaciones ya se vienen sintiendo fuerte en los bolsillos populares. De hecho hoy mismo se movilizaron organizaciones sociales en el centro porteño denunciando a falta de alimentos a comedores.
La que se refiere a “responsable” quedó para el acuerdo con el FMI. Eso sí anunció que será tratado en Parlamento para su aprobación. Se trata de una deuda odiosa por US$ 44.000 millones, que Macri contrajo en tiempo récord, que sirvió para que los grandes especuladores fugaran del país, que Fernández prometió investigar y que ahora buscarán pagar. Es conocido en el país a dónde nos han llevado los acuerdos y los planes de gobierno congeniados con ese organismo. |