Luego del desalojo de la recuperación de tierras de Guernica entrevistamos a Susana que nos contó su experiencia con la posta sanitaria y el impacto de la represión en la salud de su hijo. La reproducimos nuevamente y nos encontramos con ella en la plaza San Martín a 3 meses del desalojo. Allí Susana se reúne con sus compañeras y compañeros para debatir sobre la situación en la que se encuentra la negociación con el gobierno.
LID: ¿Cómo está tu familia?
Susana: Muchas personas quedaron muy afectadas sobre todos los niños. Como mi pequeño Juan que quedó con mucho susto, que recién ahora con todo el tiempo que pasó empieza a superar. Tiene odio y miedo a los uniformados, es como ver a un cuco cuando ve el uniforme. Es difícil explicarle la realidad. Pero más difícil es la situación en la que nos encontramos después del desalojo. El gobierno nos mostró lo que es el desarraigo. Mis hijos eran felices por la tierra, porque podían correr, palpar el aire y hoy viven en la miseria.
LID: ¿En qué situación están ahora?
Susana: En mi caso estoy junto con mi familia en el listado de emergencia. El gobierno incumple los plazos y somos más familias en situación de calle. Que no conseguimos trabajo, aún no recibimos el subsidio acordado por única vez y no podemos acceder a un alquiler que están por las nubes. Conseguimos al día mercadería para la comida, juntamos entre todos para conseguir remedios para los que se enferman, cada día que pasa la situación de nuestras familias es más dura.
LID: ¿Qué respuestas tuvieron a sus reclamos?
Susana: Luego del corte del Puente Pueyrredón logramos una mesa de negociación. Respetamos las reuniones, los muchos requisitos que pidieron y los tiempos pero el gobierno no está respetando lo que acordamos. A fines de Enero teníamos que tener todos los subsidios y las actas de lotes firmadas. El gobierno inició las firmas en Diciembre y principio de enero, pero luego comenzaron a incumplir los plazos que habíamos acordado, hace más de 10 días que está parado. Ellos se manejan en lo que llaman “los tiempos necesarios’’. Pero esos no son nuestros tiempos, nuestras necesidades son críticas.
LID: ¿Cómo van a seguir?
Para nosotros lo más importante es la unidad, con todos los trabajadores y sus familias que están luchando porque están pasando una situación difícil. Votamos en Asamblea Permanente coordinar con ellos en todo lo que hagamos y sumar fuerzas. Es un derecho de todos tener una vivienda digna. Nada más y nada menos estamos pidiendo algo que reconoce la ley.