El problema con las inscripciones al curso de verano no es una novedad. “Todos los veranos lo mismo” comentaban estudiantes en los grupos de Facebook donde decenas hicieron sus descargos. Tampoco sorprende la falta de respuesta por parte de las autoridades macristas y radicales, que en el 2020 sesionaron apenas 2 veces de manera pública a través del canal de YouTube recientemente creado. Todas las decisiones que se fueron tomando a lo largo del año se hicieron a espaldas del conjunto de la comunidad educativa. El Centro de Estudiantes de la Lista 10, alineados políticamente con las autoridades, no impulsó en ningún momento del año siquiera un espacio de debate para que la Facultad garantice una cursada accesible para el conjunto del estudiantado.
Esto sucede en el marco de un presupuesto propuesto por el gobierno de Alberto Fernandez, hecho a medida del FMI subordinado al pago de la deuda externa. En un país donde lo que no aumentan son los salarios a la altura de la inflación y las ofertas laborales, cuando la pobreza llega al 44,2% según el reciente estudio del Observatorio de Deuda Social de la UCA.
Un verano más sin cursar y van...
Los cursos de verano son una oportunidad para muchos estudiantes de avanzar en la carrera ¿a qué se debe que sean limitados y excluyentes para la mayoría?
El recorte que año tras año recibe el presupuesto destinado a la educación pública se traduce en problemas edilicios o falta de materiales que complican la tarea a docentes que, además vienen de recibir un mísero 7% de aumento. Sin mencionar a los 1200 mal llamados “ad-honorem” que en la FADU siguen sin cobrar un peso por su trabajo. Es por esto que la oferta académica se ve reducida un año más al punto de ofrecer apenas 14 materias para la carrera de Arquitectura, 7 en el caso de Diseño Gráfico, 6 para Diseño de Indumentaria, 5 para Textil y 4 para Imagen y Sonido e Industrial.
Sobre la odisea para inscribirse este verano, Sol es estudiante de Arquitectura y nos contó: “trabajo en un call center y el lunes tuve mil llamados sin parar y no pude entrar al SIU a las 10. Cuando me quise inscribir a las 10:30 ya no había cupo.”. Pilar es estudiante de Diseño de Indumentaria y también se quedó sin cupo para cursar. Ella nos dijo: “me da bronca que las oportunidades no sean para todos y que no se invierta lo suficiente en educación como para garantizarnos a los estudiantes una mejor cursada y a los docentes un trabajo mejor y con más derechos". Por su parte, Gabriel estudiante también de la carrera de Arquitectura también hizo mención a la precarización laboral dentro de la FADU: “todos los años pasamos la misma situación: nos aplican cupos, no les pagan a los docentes, las autoridades se borran y los gobiernos desfinancian la educación. Hay que exigir que el centro haga algo.”.
Las autoridades abrieron un formulario para realizar un reclamo administrativo en la página web de la Facultad pero no emitieron respuesta acerca de qué curso tendrán aquellos reclamos. La necesidad de que el Centro de Estudiantes ofrezca un espacio de organización para los estudiantes es cada vez más urgente. Un espacio que discuta junto a los docentes y no docentes cómo lograr que nadie se quede sin cursar y que nadie trabaje en condiciones de precarización. | 
