Según la investigación llevada adelante por el enteregulador, a finales de 2016 Amazon decidió reducir el salario por hora que ofrecía a los conductores sin avisarle a sus trabajadores. A cambio, usó las propinas para cubrir la diferencia entre la tarifa antigua y la nueva. Se quedó con 61,7 millones de dólares.
Para la Comisión Federal de Comercio la empresa "falló intencionadamente" en la notificación de los cambios de sus tarifas y puso barreras a la información de dichas tarifas. Tras el cambio, siguió prometiendo a repartidores y clientes que transferiría el 100% de las propinas.
Amazon empleó el dinero de las propinas para cubrir los pagos a los contratistas hasta, al menos, agosto de 2019, cuando recibió la notificación de una investigación por parte de la FTC. Desde ese momento, volvió a pagar entre 18 y 25 dólares la hora, más las propinas realizadas. La noticia trascendió en estos días cuando Bezos se convertirá en presidente ejecutivo de Amazon cediendo su puesto de CEO a su sucesor Andy Jassy.
Como informamos en La Izquierda Diario "el impacto de Amazon en las empresas estadounidenses y la forma en que se venden los productos llevaron a que Bezos a ser uno de los empresarios tecnológicos más influyentes del mundo, pero el secreto de su “éxito” incluye acuerdos con los gobiernos y las fuerzas represivas, además de la precarización laboral".
Durante la pandemia de coronavirus, Amazon se embarcó en una ola extraordinaria de incorporación de empleados, a un promedio de 1.400 por día durante los primeros diez meses del año, para consolidarse como el servicio de compras online más poderoso.
Tiene la mayor parte del e-commerce, donde se espera que este año las ventas crezcan 30% por sobre las de la temporada de fin de año de 2019, según la Federación Nacional de Comercio Minorista de EEUU. ¿Era necesario robarle las propinas a sus trabajadores? |