En los medios locales donde se difundió la noticia, destacan que las cifras son muy favorables luego del año de pandemia y la gran crisis económica y sanitaria. Sin embargo, no se trata de una recaudación estatal, ya que las cabañas, hoteles etc. tienen dueños privados.
El principal destino según los medios y los informes de turismo, es el Valle Grande.
Estos dueños y empresas del Valle, que incluyen el sector hotelero, gastronómico, de turismo aventura explotando el río y el lago y que se han apropiado de la mayoría de la costa del Río Atuel, contratan jóvenes entre 18 a 29 años. Durante los meses que dura la temporada, los trabajos son de jornadas extensas de entre 10 y 13 horas, con sueldos por debajo de la canasta familiar, no registrado y en la mayoría de los casos por debajo de la línea de pobreza.
Ante esto, el intendente Félix dijo que: “Seguir consolidando la marca San Rafael es nuestro principal objetivo. Para eso vamos a continuar trabajando con el sector privado, como lo hicimos en la previa de la temporada.”
Al ser un sector privado el que se beneficia con esos 320 millones de pesos, solo un puñado de personas reciben las ganancias y el apoyo del gobierno local, mientras que les trabajadores que garantizan el turismo, viven bajo la precarización laboral e incertidumbre, ya que, al finalizar la temporada, las posibilidades de conseguir trabajo en San Rafael son muy limitadas, como se ha visto el resto del año, con largas filas de jóvenes que llevan sus currículms cuando hay alguna oferta laboral. Es una situación alarmante, ya que mientras tanto continúa el aumento de las tarifas, del transporte público, sumado al ajuste e inflación que acompaña la crisis económica actual. |