Este miércoles se anunciaba el acuerdo entre gobierno, patronal y burocracias sindicales para considerar personal laboral a los repartidores de comida a domicilio a través de plataformas digitales, los llamados riders. Durante todo este tiempo empresas como Glovo o Deliveroo mantenían a sus trabajadores en el régimen de falsos autónomos.
Esta regularización de la situación de los riders ha sido ratificada en los últimos meses en multitud de sentencias, por lo que el acuerdo anunciado viene a confirmar lo que de forma reiterada se ha reflejado en las resoluciones judiciales fruto de las denuncias interpuestas por trabajadores de estas plataformas.
Los niveles abusivos de precariedad y atropello de los derechos laborales más básicos hacia los riders han hecho que ni si quiera la Judicatura, trufada de jueces conservadores y pro patronales, puedan mirar para otro lado.
Al mismo tiempo, las y los trabajadores de este sector han empezado a organizarse y reivindicar mediante movilizaciones la regularización de su situación. A principios de febrero, en distintas ciudades de todo el mundo se producían manifestaciones de riders, alguna de ellas muy numerosas como la de Barcelona o Madrid.
La pandemia ha hecho que este sector adquiera mayor importancia para la hostelería y la restauración. Los pedidos y los servicios de comida a domicilio se han incrementado fuertemente en el último año. Estas empresas-plataformas son uno de los grandes ganadores de la crisis provocada por el coronavirus, ya que han visto aumentado enormemente sus beneficios. La utilización masiva de estas aplicaciones también ha provocado que los accidentes laborales, algunos de ellos mortales, como el que se produjo esta misma semana en Madrid con un trabajador de Deliveroo, sean cada vez más numerosos.
Todos estos factores han visibilizado la situación de los riders y ha obligado a gobierno y patronal, con la cobertura de las burocracias sindicales, a tener que hacer gestos al respecto. Pero como denuncian las organizaciones de trabajadores de este sector como “ Rider X Derechos” con este acuerdo lo que se pretende no es regularizar la situación de los riders para garantizar sus derechos laborales básicos, sino más bien “ institucionalizar el modelo de explotación y precariedad” que han vivido las y los trabajadores de estas plataformas en los últimos años.
Según han denucniado “En la propuesta queda claro que son las empresas quienes deben asumir la responsabilidad de demostrar qué trabajadores son completamente autónomos a ojos de la ley.
Con la propuesta que ha hecho pública el gobierno se abre la puerta para que la regularización de los riders este absolutamente en las manos y la voluntad de auténticos pulpos capitalistas con recursos legales infinitos. Por lo que de esta manera estas plataformas podrán ver blanqueada su situación mientras al mismo tiempo bloquean cualquier tipo de labor de Inspección de trabajo o sindicatos para realmente fiscalizar la situación de estos trabajadores.
Para “Riders X Derechos” “El Gobierno no puede ser tan complaciente, debe recuperar el registro de plataformas y algoritmos para que garanticen el cumplimiento de nuestro sistema legal y laboral” y advierten que “no podemos permitir que estas empresas se carguen de un plumazo todos los derechos laborales que tanto ha costado conquistar. Este modelo es un riesgo para el futuro de los trabajadores y para el sistema público que sustenta el Estado del bienestar”.
Incluso CCOO y UGT han tenido que reconocer que no se trata de un buen acuerdo y que deja fuera al resto de trabajadores de otras plataformas que están en la misma situación, como los conductores de Uber. Sin embargo más allá de estas tibias críticas se muestran totalmente dispuestos a contribuir a esta operación de blanqueamiento de empresas que como expresan “ Riders X derechos” han refinado y optimizado la explotación laboral hasta límites extremos.
El gobierno aunque haga estos gestos y se reúna con riders, como hizo en verano, no está dispuesto a mover un dedo para mejorar la situación de este sector. Solo mediante la movilización sostenida se podrá romper la resistencia de patronal y gobierno a respetar los derechos elementales de cientos de miles de trabajadores de empresas con tecnología del siglo XXI pero con condiciones laborales del siglo XIX |