El viernes 12 de febrero integrantes del Colectivo Familias por Retorno Seguro realizaron una intervención plástica para exigir que no pueden volver las clases presenciales en este riesgoso y alarmante contexto epidemiológico.
Entre las denuncias del colectivo se encuentran que los protocolos resultan incumplibles por la falta de recursos materiales y humanos: faltan docentes, personal y elementos de higiene y seguridad. Las condiciones edilicias no resultan adecuadas. Y que no se está pensando en las necesidades de las infancias de expresión, movimiento, aprendizaje y socialización porque asegurar el cumplimiento de distanciamiento, entre otros puntos del protocolo, es casi una utopía. Por todo esto para esta agrupación la presencialidad no es segura porque las condiciones para que sea segura no fueron garantizadas.
El grupo Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas está conformado por familias, docentes y estudiantes exige un plan de vacunación para docentes, no docentes y para las familias. Que haya un porcentaje considerable de inmunidad y baja circulación viral comunitaria para la vuelta a la presencialidad.
En este sentido, se oponen a la modificación del semáforo epidemiológico, según el cual con los números de los últimos días no se deberían habilitar las clases presenciales.
Además, entregaron una carta dirigida a Fernández, Trotta, Ginés y Quiros firmada por miles de profesionales de distintas disciplinas.
Los gobiernos nacionales y provinciales, en el 2020, no realizaron la inversión que corresponde en establecimientos educativos con una pandemia en curso, dejando desamparadas a millones de familias de trabajadores de la escuela pública y sus docentes, pero sobre todo a las niñas y niños en edad escolar.
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