La conducción del Sindicato de Trabajadores Municipales acordó a espaldas de los trabajadores un acuerdo miserable con el municipio de Jaime Méndez. El municipio mantiene la precarización, la burocracia del sindicato municipal traiciona y continúan los aprietes y persecuciones.
El jueves 11 de febrero, las y los trabajadores del Hospital Larcade se movilizaron hasta el Palacio Municipal denunciando la situación precaria de sus condiciones laborales como también de las instalaciones, y exigiendo respuestas ante sus reclamos. Los mismos fueron rechazados por el municipio que conduce el intendente Jaime Méndez de Juntos por el Cambio, quien suspendió la reunión prevista para las 17 hs. Cómo si eso fuera poco, además fueron tratados de "violentos" por protagonizar una gran marcha pacífica para visibilizar su reclamo. A esta acusación también se sumó la conducción del Sindicato de Trabajadores Municipales que, opuesto a defender a los trabajadores, replicó contra quienes luchan.
La frutilla del postre apareció unos días después, cuando en un acto canalla y traidor, el gremio que conduce Abel Venecia, terminó acordando con el el intendente un miserable aumento del 5% a espaldas de las y los trabajadores. Estas traiciones, a la que nos tienen acostumbrados los dirigentes sindicales, no hace más que mantener la misma situación precaria de la salud pública y a quienes la sostienen con sus manos y sudor cada día. Ese el mismo gremio que viene entregando el salario y la salud de las y los trabajadores desde hace décadas.
Las y los trabajadores buscan reorganizarse a través de la Cicop provincial que acompañó la movilización con toda su directiva. Intentan refundar el gremio de profesionales y organizar los reclamos en medio de amenazas y persecuciones, con aprietes de todo tipo para que no concurran a las asambleas o aplausos diarios que realizan como medida de lucha. Son amenazados con el despido tratando de aterrorizarlos ya que casi todo el personal es de planta transitoria.
Los distintos gobiernos desfinancian y atacan la salud pública en tiempos de pandemia. Desde el gobierno nacional para seguir pagando la deuda, hasta el gobierno municipal. Mientras son los trabajadores de la salud, los esenciales, los que ponen el cuerpo y forman la primera línea contra el coronavirus y aún sus reclamos siguen postergados y sus condiciones se deterioran día a día.
Ante esta situación, se vuelve necesario el apoyo de la comunidad y de todo el pueblo trabajador que se atiende en la salud pública, empezando por una gran campaña de pronunciamientos de organismos de DDHH, personalidades de la cultura y la política, sindicatos y centros de estudiantes, para pararle la mano al Gobierno municipal de Cambiemos, contra las persecuciones y en apoyo a su lucha.