Una vez más, los docentes estadounidenses nos ponen el ejemplo al negarse a resoluciones absurdas por parte de las autoridades que perjudicarán la vida de la comunidad escolar y sus familias.

Tanto en México como en EUA los gobiernos sólo piensan cómo generar ambientes de supuesta normalidad para poder reabrir las escuelas, buscando escenarios para reestablecer la economía, aumentar la productividad y las ganancias del empresariado. Al igual que Trump, la principal preocupación de Biden es cómo la reapertura de las escuelas mantiene la economía en funcionamiento y aumentar las tasas de ganancia capitalista.

Tenemos en cuenta la nula responsabilidad de los gobiernos en turno por la educación y como sólo ven a nuestro sector con fines lucrativos. Es por eso que, cuando expresan que se preocupan por la educación de los niños y jóvenes, sabemos que poco tiene de cierto, porque si les importara su aprendizaje y bienestar, el gobierno de Biden aseguraría internet gratuito y equipos de cómputo para todos los alumnos en lugar de exponerlos, junto a sus familias, al virus y a las tremendas heladas que hoy vive el país vecino.

Como lo han expresado las entrevistas a docentes estadounidenses en distintos medios, el gobierno de Biden no ha generado las condiciones óptimas de seguridad y sanitarias para el regreso a clases presenciales de los alumnos y maestros, y sabemos que las consecuencias de esta imposición podrían ser catastróficas, ocasionando aun más contagios así como decesos, de profesores, alumnos y sus familias.

¡A los maestros sí nos importa la vida de nuestros alumnos!

En muchos distritos, las escuelas han abierto de forma irregular, habiendo tenido que cerrar una y otra vez debido a los casos de Covid-19 en los edificios. Algunos profesores, lamentablemente, han pagado con sus vidas por estas absurdas e irresponsables medidas.

Repudiamos también la demonización de los maestros y maestras de EUA por parte de gobernadores locales, de los tribunales y de la prensa oficial, que intentan aislar esta valiente lucha que sólo busca defender la seguridad de toda la comunidad educativa.

Los sindicatos docentes fueron un importante apoyo para Biden en las pasadas elecciones que lo llevaron a la Casa Blanca, y hoy, mientras las bases magisteriales se organizan para luchar una vez más por demandas que, en esta oportunidad, son vitales contra una mortal pandemia en el país con más decesos del planeta, sus direcciones siguen en la misma tónica de apoyo y alianza con el demócrata en la presidencia, dando la espalda a las y los maestros.

Por ello, hoy más que nunca reivindicamos esta lucha admirable de las y los maestros, que puede y debe triunfar con base en la organización con sus reales aliados: las familias de sus alumnos y las comunidades, para discutir las acciones necesarias y la posibilidad de una huelga de todo el sector educativo para imponer sus demandas y reabrir sólo cuando haya condiciones y sea seguro para todos y todas. Esto exige aumentar el presupuesto destinado a la educación pública (cuyas condiciones son sumamente precarias) y que se garantice para todxs, cuestionando el negocio de la educación privada o semiprivatizada.

Llamamos a todas y todos los maestros en nuestro país a dar todo nuestro apoyo y muestras de solidaridad a las y los colegas de EUA, al mismo tiempo que sacamos las mejores lecciones de su ejemplo para prepararnos a enfrentar situaciones similares que, en México, ya comenzó a anticipar la SEP.