En un club de Rugby (como no podía ser de otra manera) de San Miguel, este jueves por la tarde Miguel Ángel Pichetto hizo un pequeño acto de lanzamiento. Con el objetivo puesto en “consolidar la coalición opositora para volver a ganar”, el ex senador nacional lanzó el autodenominado Peronismo Republicano.
Se vio un Pichetto auténtico, que no se guardó nada. Pidió abiertamente por una nueva reforma laboral ("no podemos seguir con leyes de 1970"), aunque se olvidó de nombrar la gran reforma laboral que hizo el menemismo del cual fue parte y que sufre la juventud con contratos basura y monotributos.
A viva voz pidió que "bajar la carga impositiva a los empresarios, esos que generan empleo. El argentino soporta una carga impositiva fenomenal". Más ganancia para los empresarios, peores condiciones de trabajo y salario para los trabajadores.
No se olvidó de los sectores más postergados de la sociedad. Criticándolos claro. Así volvió a hablar contra los planes sociales y el “pobrismo” como si fuera elección no tener condiciones dignas de vida.
Tampoco dejó de nombrar a la Patagonia, en medio de los terribles incendios en El Bolsón, probablemente provocados para realizar negocios inmobiliarios. Pero para Pichetto, “la Patagonia vuelve a tener riesgo, como lo tuvo en la época de Roca, cuando tomó todo ese territorio para la Argentina. Fue un gran héroe nacional. Y hoy existen grupos pseudo mapuches que toman esas tierras y nadie hace nada".
Apeló al recuerdo por Carlos Menem porque “estabilizó la Argentina y la quiso modernizar”, así como al infaltable recuerdo del "Perón del 74”.
La fecha no es casual. Desnuda que al Peronismo Republicano de Pichetto la parte "republicana" la importa poco. Aquel Perón fue, hasta su muerte, el impulsor de la Triple A y de la represión abierta contra todo movimiento popular o combativo. |