Bullrich con Ignacio Torres, diputado nacional del PRO por Chubut
La presidenta del PRO aprovechó los incidentes en Lago Puelo y el contexto de los incendios en la Comarca Andina para posicionarse hacia las elecciones. Qué tiene para ofrecer a Chubut una de las responsables políticas de los crímenes de Maldonado y Nahuel.
Largada a una campaña intensa desde el NEA a la Patagonia, Patricia Bullrich aprovechó los incidentes aún sin esclarecer en la llegada de Alberto Fernández a Lago Puelo, en Chubut, para anunciar este domingo su viaje a la provincia, escenario además de la represión que condujo a la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado por parte de la Gendarmería que ella conducía.
La exministra de Seguridad de la gestión Cambiemos retomó su clásico discurso para criminalizar a las comunidades mapuches, apuntándolas como responsables de los incendios forestales que ya consumieron miles de hectáreas. Con dos crímenes de Estado a cuestas y sin molestarse en ofrecer respaldo empírico a sus acusaciones, volvió a cargar contra “el grupo RAM, que nosotros combatimos, que lo que quiere es hacer de la Patagonia un lugar invivible”.
A los hechos contra la Pu Lof en Resistencia Cushamen de los que resultara víctima Maldonado en 2017 se sumó meses después el crimen del joven mapuche Rafael Nahuel en Villa Mascardi, Río Negro, por el que están acusados miembros de la Prefectura a su cargo, que siguen tan impunes como ella.
La presidenta del PRO viajó con jóvenes referentes de su espacio, entre ellos Ignacio Torres, diputado nacional por Chubut, para, en sus palabras, “representar los valores de los argentinos que trabajan, producen, quieren el progreso y la libertad”. La exfuncionaria ya participó de un encuentro provincial junto a intendentes, concejales, dirigentes y voluntarios en Dique Ameghino, departamento de Gaiman, en el que los tapabocas fueron la excepción. “Juntos vamos a encaminar a la provincia en el sendero del desarrollo y el progreso que se merece”, ensayó en clave proselitista.
Hoy participé del encuentro provincial del @Pro_Chubut en Dique Ameghino. Vinieron voluntarios, dirigentes, concejales e intendentes que trabajan a lo largo y ancho del territorio. Juntos vamos a encaminar a la provincia en el sendero del desarrollo y el progreso que se merece. pic.twitter.com/LrzIwrTSb6
En el video que había compartido en redes antes de su arribo, Bullrich destacó el “enorme potencial” de la provincia, en referencia a sus recursos pesqueros y petroleros, en sintonía con dirigentes y funcionarios del Frente de Todos, que también ven a Chubut como una gran usina de negocios extractivistas por los que las comunidades ya hablan de "zona de sacrificio".
La dirigente de Juntos por el Cambio también dedicó palabras para la gestión de Mariano Arcioni, aliado de Macri -junto con Massa- hasta 2019: “Es una provincia que tuvo ciento cincuenta días de clases en tres años; parálisis productiva, corrupción (más de doscientos funcionarios que hoy están procesados)". Bullrich no dijo una palabra de que a mediados de diciembre una cámara oculta expuso el pedido de “cien lucas” para “rosca” por parte de Sebastián López, único diputado provincial del PRO en Chubut, lo que forzó su expulsión del partido (aunque sigue en la Legislatura).
Bullrich con Sebastián López, el diputado provincial del PRO que pedía "cien lucas para rosca"
La exfuncionaria viene de una visita (show incluido) a la Formosa de Insfrán, donde aprovechó la mano de hierro y la pésima gestión de la pandemia del gobernador aliado de Fernández para intentar beneficiarse electoralmente, mientras calla sobre la represión ordenada por los gobernadores de su signo político. Con una trayectoria brutal al frente de la cartera de Seguridad (Correpi llegó a hablar de que el Gobierno de Macri fue "el más represor de la historia"), su idea de la “libertad” es por lo menos curiosa.
Mientras los ambientalistas denuncian la posible infiltración de integrantes de la Policía en la protesta antiminera y por mayores medidas tras los incendios que tuvo lugar durante la llegada del presidente a Lago Puelo, Bullrich se propone mostrar a su espacio como alternativa, pero sin dejar de hacer su parte para ensuciar aún más el escenario de los reclamos de activistas, comunidades mapuches y pobladores en general que rechazan la destrucción ambiental en la provincia y la apropiación de bienes comunes como el agua por parte de multinacionales como Pan American Silver.
El regreso de la RAM por obra de Bullrich no es casual: la denuncia penal que firmó Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, para que se investiguen los incendios intencionales en Chubut y Río Negro derivó en un coro de acusaciones contra el pueblo mapuche en medios de comunicación, la Fiscalía de Esquel a cargo de Carlos Díaz Meyer y en boca del procurador general Miguel Ángel Pichetto y el senador Weretilneck.
La lof Gallardo Calfu fue una de las comunidades que rechazó este ataque: “Repudiamos las falsas acusaciones por parte del senador nacional Alberto Weretilneck el día 11 de marzo de 2021, en las que se vincula al pueblo mapuche con los incendios forestales ocurridos en la comarca andina del paralelo 42. Con un claro mensaje racista y de odio acusa y vincula directamente estos hechos con nuestra recuperación ancestral mapuche en la zona de El Foyel. Muchos de nuestros pu peñi ka pu lagmien que cuidan y protegen la ñuke mapu están siendo afectados por estos incendios, y nuestro pueblo se organiza con las comunidades de la comarca para combatir el fuego en defensa del agua y el bosque”.
Bullrich tampoco tiene demasiado expertise para ofrecer en lo que a control de incendios refiere. Antes de mudarse a Ambiente, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego estuvo hasta fines de 2020 en la órbita del Ministerio de Seguridad. Bullrich fue responsable de subejecutar un presupuesto de por sí muy magro para combatir incendios (que se traduce en falta de equipamiento y precarización laboral).
Como ya informamos, la desinversión en el área encargada de disponer recursos para el combate de incendios no empezó con Cabandié, aunque el ministro del Frente de Todos le dedique especial ahínco a lanzar cifras que engrosen los acotados fondos para el área: según un informe de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, entre 2017 y 2019, con el SNMF aún bajo comando de Patricia Bullrich, “el 20 % de los fondos no se ejecutaron”. Fue la época en que el exministro de Ambiente Sergio Bergman, que ante los incendios recomendaba rezar, perdió el control del SNMF, que pasó a manos de la cartera de Bullrich, una especialista en recortes.
Además de asistir a la inauguración de un nuevo local del PRO en Trelew este lunes, se espera que la presidenta del PRO recorra varias ciudades más de una provincia que sigue movilizada y en alerta contra los planes de Arcioni, con aval explícito del primer mandatario, de imponer la megaminería, sin licencia social y prohibida en Chubut hace casi dos décadas. Aquí tampoco hay grieta: en diciembre pasado la dirigente de la coalición derechista se había pronunciado a favor de la minería metalífera “en un marco de transparencia”, en alusión a las denuncias de sobornos para comprar voluntades de legisladores, algo que, como vimos, en su espacio conocen muy bien.
