Alemania se sumó este lunes a varios países europeos que suspendieron preventivamente el uso de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por AstraZeneca, porque algunos pacientes que se aplicaron la dosis padecieron al poco tiempo la formación de coágulos sanguíneos.
Italia y Francia hicieron el mismo anuncio y dejarán de aplicarla, Se suman así a Irlanda, Noruega y Países Bajos que tomaron esta decisión la semana pasada.
El primer país en suspender la AstraZeneca fue Dinamarca, por detectar dos casos de formación de coágulos. La Dirección General de Sanidad de Dinamarca (SST) informó el jueves pasado que la medida sería por 14 días por prudencia ya que un paciente que se aplicó la vacuna falleció días después víctima de una trombosis y otro se encuentra internado.
Este lunes, el Ministerio alemán de Salud se remitió a una recomendación del Insituto Paul Ehrlich (PEI), ente estatal responsable de vacunas y biomedicinas “Hasta ahora, se han registrado siete casos relacionados con esta trombosis venosa cerebral de los más de 1,6 millones de vacunaciones que se han realizado en Alemania”, comentó Jens Spahn. Y agregó “Estamos hablando de un riesgo muy bajo, pero si efectivamente está relacionado con la vacunación, es un riesgo superior a la media”, agregó el funcionario.
Por este motivo el ministro alemán recomendó que quienes se hayan aplicado la vacuna consulten a un médico si tienen algún malestar como fuertes dolores de cabeza o hemorragias cutáneas. Hasta el momento en Alemania se aplicaron 1,65 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, no suspenderá la vacuna de AstraZeneca. Johnson afirmó que el organismo encargado de regular los medicamentos en su país es “uno de los más estrictos y experimentados” del mundo y que no ve “razón alguna en absoluto” para suspender ninguna de las vacunas que se están aplicando actualmente.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) al igual que la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien no desaprueban su uso iniciaron una investigación sobre los casos de trombosis cerebrales, al igual que las autoridades sanitarias nacionales de cada país.
Margaret Harris, vocera de la OMS afirmó que la AstraZeneca es una “vacuna excelente”, y que aún no se ha demostrado ninguna relación causal entre el fármaco y los distintos reportes de coágulos sanguíneos, y por eso explicó que las suspensiones son solo medidas de precaución.
Las incógnitas que generó la vacuna fabricada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, que chocan con las recomendaciones de la OMS y la EMA se dan en el marco de conflictos geopolíticos entre los distintos Estados y de intereses entre los diferentes laboratorios, que priorizan sus ganancias a las necesidades de la población.
Mientras los Estados más poderosos acaparan dosis en números mucho mayor a sus poblaciones, y los laboratorios especulan y se niegan a liberar las patentes para poder producir la cantidades que necesite cada país, miles de millones de personas a nivel mundial siguen con la incertidumbre de cuándo podrán vacunarse y aumentan los casos y muertes por la enfermedad en varios países.
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