Entrevistamos a la hermana de Enzo Orellana, joven tucumano, trabajador precarizado de la construcción que perdió la vida por responsabilidad patronal.
Patricia Orellana, protagonista de esta nota, es una de las hermanas de Enzo, un pibe que, como recordaran, se encontraba trabajando en una obra en construcción y murió al caer de una antena de 30 metros, a la que fue obligado por la patronal a subirse, sin la protección adecuada. Hoy este caso se encuentra en el centro de la escena provincial. La desidia patronal y la precarización laboral estructural, es moneda corriente en Tucumán, y se lleva la vida y la salud de cientos de trabajadores.
Ante esto, al frente de esta lucha, por justicia para su hermano pero también en nombre de toda esa juventud que se encuentra condenada a los peores trabajos en la provincia, se encuentra esta mujer de 42 años, Patricia. En conversación con este medio, expresó que trabaja desde muy chica y que atravesó la realidad que les toca a muchas mujeres, jóvenes.
“Trabajé toda la vida, y nunca he sido realmente valorada en un laburo como tiene que ser. He trabajado de cocinera y tengo mis brazos todos quemados, cicatrices por entero, me pagaban $500 y una crema para las quemaduras salía 400", cuenta.
“Desgraciadamente son los laburos que nos tocan tener, es más difícil la vida de la mujer, me parece que es importante el movimiento de mujeres, tenemos que pasar adelante, somos fuertes, yo hoy grito y lucho exigiendo justicia para mi hermano, y me doy cuenta lo fuerte que soy y no tengo miedo”.
La Familia Orellana vive en Alderetes, una localidad ubicada al este de la capital tucumana, con una composición de familias en su mayoría obreras. Allí vive Teresa, la madre de Enzo, quien tuvo 14 hijos, gran parte de ellos son trabajadores de la construcción o herreros. Enzo, además de ser herrero, era mecánico del automotor y se encontraba realizando cursos de inyección electrónica. “Era muy solidario con los vecinos, siempre se preocupaba si a alguno le faltaba para comer o si había pasado algo en el barrio”, expresó Patricia.
La experiencia vital de Patricia, sus hermanas y su madre, es la de miles de mujeres en Tucumán y en todo el país, que son las que engrosan las estadísticas de desempleo y precarización, y son quienes se vieron especialmente perjudicadas a nivel económico y social por las consecuencias de la pandemia y el ajuste que viene llevando a cabo el gobierno nacional. Sin embargo el ejemplo que dan a través de las luchas, es el de ser las protagonistas de cada batalla.
Nos unen las mismas peleas
El expediente judicial de la causa de Enzo comenzó a moverse recién luego de varias movilizaciones y una importante campaña en toda la provincia. Sus hermanos denuncian que se movió la antena en la que estaba trabajando desde la cual cayó, que no se hicieron los peritajes correspondientes que la policía y la justicia no investigaron nada en los momentos inmediatamente posteriores al hecho.
La semana pasada la familia convocó a una multitudiaria marcha, donde participaron secretarías de distintos centros de estudiantes, la red de jóvenes precarizados, docentes y personal de la salud, familiares de víctimas de la impunidad, el Frente de Izquierda Unidad, entre otras organizaciones.
Patricia recalca la participación de distintos sectores de trabajadores que se encuentran en conflicto en la provincia: “en las marchas tuvimos mucho apoyo, de la sanidad, los docentes, de estudiantes”. A estos sectores los une un mismo reclamo: la lucha contra la precarización laboral y sus condiciones de trabajo.
“El otro día fui a la marcha de la salud, me quedé pensando: ¿cómo puede ser que hayan muerto tantos médicos y enfermeros?. Conversando con ellos, nos contaban que no tenían guantes, que no tienen material descartable, que no había alcohol, y así en todos los ámbitos. También ayer les mandé un mensaje a los estudiantes de la provincia, a la juventud, pidiéndoles que se unan a nosotros, porque ellos son el futuro, entonces si nos unimos todos los trabajadores y los estudiantes se puede hacer algo, porque si nos quedamos en casa, casos como los de mi hermano van a seguir sucediendo."
"Debería existir una ley que castigue a los empleadores que asesinan así a la gente que trabaja para ellos. Me parece importante que nos unamos en todos los ámbitos, médicos, docentes y que esta lucha sea para todos”.
En Tucumán se calcula que el 43% de la población es pobre, a su vez la Dirección de Estadísticas de la Provincia informa que si bien la tasa de desocupación es del 9,50%, la tasa de informalidad es del 45,20%, es decir que existe un gran porcentaje de trabajadores en Tucumán que no se encuentra registrado, cobrando muy por debajo de la canasta básica familiar y no contando con ART ni obra social.
Las mujeres que pelean contra la violencia machista y los femicidios y denuncian la responsabilidad del Estado, las trabajadoras de la Educación y la Salud, las valientes mujeres de la cosecha, las jóvenes precarizadas, son algunos ejemplos de las luchas que recorren la provincia. Construir solidaridad y unidad es una tarea importante, los enemigos son los mismos y nuestra fuerza, la del poderoso movimiento de mujeres, coordinada con la de nuestra clase puede ser imparable.