Edgardo Videla
| Delegado Comisión Interna de Cuyoplacas | Mendoza
A días de cumplirse el plazo que impone la conciliación obligatoria, el conflicto desatado ante la falta de acuerdo lejos está de tener solución. Delegados autoconvocados nos transmiten cuál es el sentimiento de los trabajadores del sector
A días de cumplirse los plazos que impone la conciliación obligatoria, el conflicto desatado ante la falta de acuerdo lejos está de tener solución. En marzo dos jornadas históricas paralizaron las viñas y bodegas del país. Los salarios de $27000 y $28000 contrastan con las ganancias millonarias de las grandes bodegas que aumentaron las exportaciones durante el 2020
Delegados autoconvocados nos transmiten cuál es el sentimiento de los trabajadores del sector.
Canasta Básica
Por primera vez en décadas trabajadores y trabajadoras de viñas y bodegas se atrevieron a levantar una demanda concreta ante las patronales, que se transformó en una exigencia a sus devaluados representantes sindicales: “sueldo igual a la Canasta Básica”. El proceso de organización de base nació con la inclusión del personal vitivinícola en la industria alimenticia al iniciarse el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en marzo del 2020. Con esta declaración se les otorgó la categoría de esenciales y se garantizó las ganancias del empresariado bodeguero.
La brecha entre el sueldo actual y la canasta básica es tan grande como la diferencia entre la calidad de vida de un empresario de Bodegas de Argentina o la COVIAR y un peón de viña o una obrera de bodega. El movimiento de autoconvocados fue tomando fuerzas con la organización de cada trabajador. Así lograron que, como nunca, la conducción sindical llamara a un paro pasivo (que los propios trabajadores hicieron activo) de 48 hs. y que deba escuchar a sus representados antes de firmar cualquier acuerdo.
El clima en las fincas y bodegas
Ana, trabajadora de viña, nos dice: “El ofrecimiento que hizo la patronal fue una verdadera burla y hay mucha bronca entre los trabajadores vitivinícolas, pero estamos dispuestos a pelear con más fuerza que antes hasta lograr un sueldo digno”.
Ángel, dice que "nadie de mis compañeros y de otras bodegas acepta este ofrecimiento con ítems en negro y las odiosas cuotas que desvalorizan el salario”. Ricardo transmite que “el ofrecimiento de la patronal es considerado una burla y la gente está muy enojada y dispuesta a dar pelea”.
Es que piden un aumento que los lleve a un salario mínimo igual a la Canasta Básica, lo que cualquiera debe percibir para satisfacer las necesidades indispensables de su familia. Como nos comenta Gabriel, referente de Autoconvocados: “Mis compañeros, intentan hacer cuentas y proyecciones sobre las cuotas y porcentajes que ofreció la patronal, pero mientras más se entiende cómo impacta en el sueldo, más bronca provoca, sobre todo los porcentajes en negro y las cuotas”.
Alejandro, desde San Juan dice que ”el último ofrecimiento cae mal porque sigue siendo menor a lo que se necesita, aunque sea igualar la canasta básica familiar del mes de diciembre que fue de $57000”. Alejandra dice que: “Generó mucha bronca que luchemos por un sueldo igual a la canasta básica y el gremio pone un objetivo de un 60%”.
La presencia de ítems como refrigerio, en la negociación también es una variable que usa el empresariado y el sindicato, cuando en realidad es un derecho adquirido por el trabajador que no debería ser parte, al menos, de esta negociación salarial.
¿Cómo sigue?
Ante el inminente pase a libertad de acción al no cerrar las paritarias, Alejandra reflexiona: ”no vamos a cambiar tantos años de injusticias en un solo año de lucha. Por eso en los grupos la mayoría alienta a continuar”.
En la misma línea Ana comenta:” Nos estamos organizando para un nuevo "Paro" y que sea por tiempo indeterminado”. Ricardo, inspirado por los comentarios de sus compañeros, nos cuenta que “si tenemos que ir a un nuevo paro, lo vamos a hacer. Nos hicimos escuchar y la patronal hace oídos sordos. Ellos tienen una deuda de años con nosotros y la vamos a seguir reclamando, porque es justo”.
Gabriel, opina “vamos a tener que ir al paro seguramente, nuestros compañeros lo están pidiendo”. Alejandro cuenta que “los autoconvocados proponemos, que si no hay un acuerdo, volvemos a la medida de fuerza, paro de actividades con movilización”.
Ángel menciona que ya están empezando con asambleas por bodegas preparando una nueva medida de fuerza, y “que los empresarios no se equivoquen, porque ya no somos los mismos de antes”.
Este sector de trabajadores es consciente del momento histórico que viven, y confían en sus fuerzas y organización. Así como las patronales se coordinan para fijar los valores de un producto o disminuir el salario de un obrero, que consideran un "costo laboral", es natural que en algún momento los trabajadores y trabajadoras coordinen para hacer valer su dignidad.
Organización
Consultamos sobre las características de este proceso de unidad tan interesante. Gabriel nos cuenta que “autoconvocados siempre ha tratado de manejarse con seriedad, siempre hemos escuchado a las bases para proceder. En la medida que las asambleas tuvieron participación se realizaron”.
Ana nos cuenta que ”En los grupos ya se estuvo hablando de hacer una asamblea general, yo opino que es la mejor idea para acordar entre todos y ponernos de acuerdo cómo avanzar”.
“Permanentemente se pide al gremio que llame a una Asamblea general, para someter a votación tanto los porcentajes que se manejan, como los pasos a seguir, pero no lo está haciendo” nos contó Ricardo. Alejandro rescata que “la idea de los autoconvocados es esa la implementación de un organismo democrático donde en asambleas se determine todo y con el aval de los trabajadores”.
Alejandra dice que “cuesta hacer las asambleas por los horarios de trabajo. Pienso que si se toman las decisiones votando en asamblea no habría nada que reprochar, ya que las decisiones se tomarían entre todos”.
Enfrente están los caminos burocráticos en los que las conducciones gremiales y los empresarios se mueven muy cómodamente, aprovechando las opciones que desde la legislación les otorga. Ambos intentan dilatar el cierre de una negociación que, en definitiva, pone sobre la mesa la dignidad y el futuro de miles de familias en las viñas y en las bodegas. Buscan no tocar ni una pulgada de la vida de lujos de millonarios empresarios bodegueros, que cuentan con el guiño cómplice del Gobierno y la Justicia.
Sin duda rescatar la tradición de las asambleas generales es algo que trabajadores y trabajadoras vitivinícolas tienen presente como mecanismo de organización. La idea comienza a tomar más firmeza. Esta práctica es indispensable en cualquier organización obrera.
El fenómeno de unidad y organización de los trabajadores autoconvocados de la industria madre, es un proceso que es parte de la tradición histórica del movimiento obrero. Por eso mantienen su base de lucha intacta.