El frío se acerca y las recomendaciones sobre los cuidados ante la segunda ola parecen ajenas al menos para el Gobierno, que anunciará en los próximos días una suba del precio de gas de entre el 6% y 7% para usuarios residenciales y de 4% para pymes, que empezará a regir a mediados de este mes. Este incremento se suma al ya anunciado respecto a la energía eléctrica, que aumentará un 9%.
Más allá de las internas entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo Richards, para aplizar tarifazos en plena segunda ola parece no haber grieta.
Con el nuevo cuadro tarifario, un cliente residencial de Naturgy que gasta actualmente $ 1640 mensuales en promedio, pasaría a pagar $ 1750 por mes, con un alza de 110 pesos. Para el caso de Metrogas, el consumo de una familia tipo es de 1300 metros cúbicos (m3) por año. En invierno, una boleta ronda los $ 2500 y el impacto de esta actualización sería de $ 200 por mes.
Con el incremento también quedará fijo el precio mayorista del gas -en "boca de pozo" o en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte, PIST-, que compran las distribuidoras a las productoras como YPF, Total Austral, Tecpetrol, Pampa Energía, Pan American Energy (PAE), Compañía General de Combustibles (CGC), Wintershall Dea y Pluspetrol, entre otras firmas, y el que le compran a la estatal Integración Energética Argentina (IEASA), que se encarga de las importaciones.
Esto forzará al Tesoro a destinar más subsidios para evitar que se rompa la cadena de pagos del sector.
Según el informe técnico presentado por la Secretaría de Energía el 15 de marzo en una audiencia pública, el costo de la provisión de gas natural para todo el sistema rondará este año los $ 110.000 millones.
Mientras las ganancias de las empresas de servicios públicos aumentan, el Gobierno celebró la suba miserable del salario mínimo. El poder de compra sigue en descenso, y pasar el invierno se hace más difícil.
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