Durante la noche del martes, la Ciudad de Buenos Aires realizó el Censo de personas en situación de calle a cargo del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. El gobierno de Larreta no contó con el apoyo de las organizaciones sociales. Según la Consejería de Vivienda, durante el año de pandemia se agravó drásticamente la situación de quienes dependen de un alquiler para tener un techo. Las propias organizaciones prevén que para este censo se hayan duplicado los casos de personas en esta situación.
Desde La izquierda Diario, entrevistamos a Gigi Krein de la organización “Consejerías de Vivienda” en la Ciudad de Buenos Aires.
¿Cómo se llega a este censo después de dos años y con la pandemia dejando a miles sin manera de sostener sus alquileres?
La pandemia no hizo más que extremas y agudizar las diferencias ya dadas por el capitalismo y en ese sentido el tema de la vivienda no fue la excepción. Desde las Consejerías de Vivienda como desde la campaña “Prohibido desalojar” de la que somos parte, una de las demandas es “por el DNU 320” que sacó Alberto Fernández, donde se suspendían los desalojos, pero solo para las situaciones formales (con contrato), pero para la población de inquilinos precarizadas, que viven en hoteles, villas y tierras recuperadas, este DNU no daba ningún tipo de cobertura. Los desalojos que se pudieron frenar fueron por la acción de las organizaciones sociales.
¿Quiénes son los que peor la pasan en esta situación?
La población más afectada son las familias monomarentales, compañeras que en la pandemia muchas perdimos el laburo, se nos cortaron las changas, además tener que lidiar con la falta de equipos y conectividad para sostener la virtualidad, más las tareas de la casa, más las tareas de cuidado, más el riesgo de desalojo, y sostener todo eso estando en situación de calle. También la comunidad trans travesti sufre muchos abusos en los hoteles y donde son aceptadas les cobran más caros solo por ser trans.
Estas políticas, tanto del gobierno nacional por no extender y ampliar el DNU, como del gobierno de Larreta, y la falta de ayuda urgente a nivel económico y habitacional para quienes atraviesan violencia de género y que todas los niveles del Estado ven que cada vez más alquileres no aceptan niñes son un problema que a través de la lucha y la organización hay que resolver. Todo este problema se recrudece si las madres, cabeza de familias, son migrantes como se vio en Guernica. Muchas de esas mujeres escapaban de situaciones de violencia.
Según sus datos, ¿cuál es la situación y qué plantean ante el problema de la vivienda?
Este DNU fue incompleto, nosotras no solo pedíamos su extensión sino también su ampliación, pero por decisión de Fernández, Cafiero y Ferraresi se dejó caer a fines de marzo y a partir de ahí las organizaciones sociales venimos denunciando una ola de desalojos en todo el país y ningún tipo de ayuda urgente como un plan de desendeudamiento porque hay inquilinos con deudas grandes.
Nosotras planteamos que se condonen las deudas, pero el Estado sea del color de gobierno que sea al igual que la casta judicial, están determinados en prevalecer la propiedad privada por sobre el derecho a la vivienda digna. Frente a esto las organizaciones sociales que laburamos por el derecho a la tierra y la vivienda digna, si bien brindamos ayudas urgentes, entendemos que con esto no alcanza, que no es una solución habitacional digna y definitiva, esto solo se consigue en organización sostenida con lucha, en la calle y desde abajo.
A esto se suma la nueva ley de alquileres, que es regresiva, porque permite “desalojos express” en dos meses. El combo DNU y la ley de alquileres generó una reacción de propietarios, hay un problema estructural de vivienda porque los propietarios de más de un inmueble generó que mucha gente retire los inmuebles de alquiler y eso genera mayor demanda (por los desalojos, más) y hay menor oferta. Esto genera un descalabro total del negocio inmobiliario y hay condiciones leoninas con aumentos de hasta el 100 y el 150%. El alquiler fue uno de los principales tarifazos llegando al 62% de aumento interanual.
El slogan de “quédate en casa” es muy lindo pero tenés que tener una. Todo este panorama nos muestra que el derecho a la vivienda fue altamente vulnerado durante la pandemia |