Cientos de choferes de colectivos autoconvocados, el martes 11 de mayo, cortaron Puente Pueyrredón como parte de una jornada de protestas y cortes simultáneos en distintos puntos como General Paz y Panamericana. Reclaman un incremento salarial, ser incluidos en el plan de vacunación contra el covid-19 y exigen que se cumpla el cupo femenino.
"Estamos exigiendo un básico de $ 100.000, ser incluidos en el plan de vacunación, protocolos estrictos para las y los trabajadores del transporte y que se cumpla con el cupo femenino", decía Santiago, delegado de la línea 60 en diálogo con La Izquierda Diario y por la inacción del sindicato agrega: "Hay muchísima bronca, el otro día un compañero increpó a Roberto Fernández (titular de la UTA) y nos dijo que esta semana nos iban a dar el aumento. Nuestro sueldo sigue estancado desde el mes de octubre del año pasado".
Por su parte, Claudio de la línea 148 nos decía: “El salario hace años que viene deteriorado, realizamos una tarea indispensable y no paramos nunca en pandemia. Roberto Fernández viene pateando una reunión, desde el 8 de enero no tenemos una respuesta. Es una vergüenza el salario que estamos cobrando. Estamos cansados”.
Gustavo, chofer de la línea 22, también reclamaba: “No podemos estar por debajo de la línea de pobreza siendo esenciales para el Gobierno. Queremos demostrar nuestro descontento hacia la clase dirigencial que después de 12 audiencias en el Ministerio de Trabajo no llegan a una paritaria y no consiguen el plan de vacunación”.
Tras el fracaso de una nueva reunión, la paritaria 2021 de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), continuó sin acuerdo y pasó a otro cuarto intermedio hasta el lunes 17 de mayo.
Los choferes resolvieron en asamblea continuar realizando medidas de fuerza coordinando con otros choferes en lucha. Pedro Alberto Rodríguez referente de la línea 540 nos explicaba: “Hoy salió una votación que es coordinar con el resto de los responsables de los distintos cortes e intentar sacar una movilización entre todos para unificar la protesta, juntándonos en el Obelisco y marchar al Ministerio de Trabajo”.
Luego de un año de haber comenzado la pandemia sin que el Gobierno garantice la vacunación de todos/as las y los trabajadores del transporte, considerados esenciales, con una inflación creciente que supera el 40% liquidando el poder adquisitivo de los mismos, el titular de la UTA es agasajado junto con la burocracia de la CGT, quienes negocian paritarias a la baja en todos los gremios, en banquetes organizados por Alberto Fernández en la residencia de Olivos, favoreciendo con su inacción el cumplimiento de los planes económicos a la medida de las patronales del transporte y del mismo Gobierno.
En los únicos lugares que se consiguieron conquistas salariales, lo lograron pasando por encima de la burocracia traidora, como en Neuquén donde las y los trabajadores de la salud organizados en asambleas, en unidad con el pueblo mapuche y la comunidad, realizaron piquetes y cortes de ruta paralizando por 22 días la producción de gas y petróleo en Vaca Muerta, haciendo temblar a las empresas de servicio petrolero y al Gobierno. Un gran ejemplo de lucha y organización.
Queda claro que la burocracia de la UTA no hace nada para enfrentar a las patronales que buscan imponer a los choferes los costos de la crisis económica y sanitaria poniendo en riesgo la vida de las y los trabajadores. Por su parte el Gobierno lo único que hace es cuidar las ganancias de las empresas.
Ante la inacción de las burocracias sindicales es necesario pelear por la unidad de todos los sectores en lucha, entre trabajadores ocupados, tercerizados, informales y desocupados, como lo empiezan a demostrar las distintas experiencias de coordinación de la clase trabajadora, marcando el camino para enfrentar los planes que tienen las patronales y los Gobiernos de descargar la crisis sobre los hombros de las y los trabajadores y el pueblo pobre. |