Este día sábado 15 de mayo comenzaron las votaciones para gobernadores, alcaldes, constituyentes y concejales, mientras que a su vez también se realizaba la votación de los escaños reservados de los pueblos originarios, votación que ha estado plagada de irregularidades desde el comienzo de la convención constituyente.

Es necesario entender que los escaños reservados que en un primer momento se pretendían fueran 25 debido a la cantidad de sufragantes de los pueblos originarios, terminaron reducidos a 17 puestos reservados para las y los representantes de los diferentes pueblos originarios, situación que en una primera instancia ya era injusta y que hoy se ve aun mayormente reflejada considerando que se designaron 2 papeletas una de color beige, correspondiente al distrito y otra verde relativa a la etnia.

Es en esta precisa situación que se han denunciado que algunos candidatos de los pueblos originarios no salían en la papeleta o lisa y llanamente no se encontraban los candidatos a constituyentes para poder votar.

Sumado a esta denuncia, encontramos situaciones de discriminación como la del joven que obligaron a sacarse su poncho para poder votar. La funcionaria a cargo del local le prohibió ejercer su derecho a votar porque el poncho tenía símbolos étnicos mapuche.

Además de esto se ha denunciado que los medios tradicionales poco y nada han hecho para mostrar las campañas de los candidatos de los pueblos originarios a los que se les otorgó espacios muy marginales en estos programas de televisión nacional, mostrando en su gran mayoría candidatos de derecha.

Por si fuera poco el trato que se ha tenido con los pueblos originarios sigue empeorando teniendo situaciones de total abandono como lo son las etnias Licán antai y Diaguita que han sido relegadas y despojadas de sus recursos naturales con inmensas mineras y en muchos casos sufriendo las consecuencias económicas debido a la pandemia o por otra parte el violento y represivo actuar hacia las comunidades mapuches que siguen en pie de guerra defendiendo el Wallmapu en medio de un proceso que se autodenomina democrático, pero que sin embargo se encuentra plagado de trampas.

Es necesario seguir luchando por la autodeterminación de los pueblos originarios y porque sus demandas sean escuchadas, ya basta de seguir apartándolos de las grandes decisiones y de reprimir y quitarles sus tierras ancestrales.