Es el caso de los bomberos en la planta de Nissan de Zona Franca, quienes se encargan de la tarea de la que dentro de Nissan comprende la prevención, protección y resolución de emergencias.

Están contratados por Securitas, concretamente Servi Securitas, que es una ramificación de la empresa matriz creada para poder cumplir con los requisitos que este trabajo requiere.

Son un colectivo pequeño, concretamente 9 bomberos que ejercen desde hace muchos años, tareas de prevención y extinción de incendios, socorro en caso de accidentes y emergencias médicas colaborando con el servicio médico de la factoría y haciendo trabajos de mantenimiento y revisión de instalaciones contra incendios.

Estos trabajadores deben hacer un curso específico para estas tareas que los califica como bomberos, además de tener que homologarlo cada 5 años, es decir es personal altamente cualificado, lo que no impide ser tratados como mercancía porque no disponen ni siquiera de un convenio regulador sectorial ni de empresa. Están contratados como servicios.

Se quejan de que no se les ha tenido en cuenta ni como trabajadores de Nissan ni como otros trabajadores subcontratados de otras empresas dentro de Nissan, como si no existieran o su labor no fuera imprescindible.

A las puertas del cierre de Nissan a finales de este año, se les presenta un futuro totalmente incierto, ellos pertenecen a las 25.000 familias que dependían directamente de Nissan y que tanto sonó cuando los trabajadores de Nissan pretendían un acuerdo. Pero a ellos se les ha ignorado completamente.

No sólo se encuentran en una especie de limbo, de vacío legal, sino que ven como sus tareas dentro de Nissan están siendo suplidas por personal de Securitas que no tiene la debida homologación para ejercer el trabajo en cuestión, vulnerando además de esta manera su derecho a la huelga, pero a Nissan parece no importarle a pesar de que siempre ha presumido de ser una empresa que se preocupa por la prevención y la seguridad de los trabajadores.

Han realizado concentraciones ante la Generalitat y en las puertas del Parlamento, este martes 25 de mayo tuvieron un encuentro con un representante de ERC que les ha prometido interesarse por su situación, a pesar de que Pere Aragonés y su famosa Ley Aragonés daba carta blanca a todo tipo de externalizaciones. Ley paralizada gracias a la presión popular.

En su punto de mira, que se les tenga en cuenta tanto en la reindustrialización de la planta de Nissan, si se da, y sino una recolocación en otras empresas con el debido reconocimiento de sus funciones

Son las consecuencias de la política en materia laboral que vienen aplicando los gobiernos de PP y PSOE con la complicidad de Unidas Podemos, que llevaba en su programa la derogación de las reformas laborales que por supuesto los sindicatos mayoritarios que las aceptaron, y abriendo ya hace décadas las puertas a las ETTs y posteriormente a la subcontratación, no sólo en empresas de consumo sino también en servicios básicos municipales: educación, sanidad, servicios sociales, ayuda a la dependencia, etc.

Con la condición de mantener la huelga y al mismo tiempo la presión contra la empresa en defensa de sus derechos han abierto una Caja de Resistencia y piden todo el apoyo posible así como toda la difusión que se pueda dar al conflicto, con el objetivo ser visibles y romper el vacío mediático al que están sometidos.

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