El ministro de salud porteño, Fernán Quirós, brindó esta mañana su habitual informe epidemiológico. Luego, contestó algunas preguntas de periodistas presentes. A 48 horas de que concluya el período de 9 días de restricciones propuesto por la Nación y avalado por la Ciudad, la definición central fue que hay un “descenso mínimo de casos” que no alcanza para frenar la curva de contagios.
"En los últimos días bajamos de 2.600 casos promedio (de la semana pasada) a 2.400; es un descenso mínimo y no alcanza para nada para lo que tenemos que hacer porque necesitamos un descenso pronunciado", dijo Quirós en referencia al impacto que tuvo el aislamiento estricto que rige desde el pasado sábado.
Al ser consultado por las posibles medidas a tomar a partir del lunes, el ministro expresó que por tratarse de una semana atípica con dos feriados (lunes y martes) el Gobierno porteño observará "los datos de miércoles, jueves y viernes", y señaló que con esa información harán "las discusiones sanitarias" y tomarán las decisiones que luego propondrán a los ciudadanos. Se esperan anuncios de Larreta para hoy y otro fin de semana de rosca entre oficialismo y oposición.
Sin embargo, en sus declaraciones, la Ciudad puso primera y volvió a introducir el tema de la presencialidad escolar que tanto eco produce en los medios afines, pero que también utiliza el gobierno Nacional y sus espadas mediáticas para adelantar la campaña electoral. “Si estuviéramos en condiciones de avanzar, la escuela sería lo primero que abriremos”, afirmó.
Y además, sostuvo que, desde el punto de vista sanitario valdría la pena adelantar las vacaciones de invierno, si fuera acompañado de una aceleración en la vacunación ya que “estos períodos son difíciles para los niños porque están en lugares de mucha destemplanza y frío”. Del virus que contagia entre las 20hs y las 6hs, ahora pasamos a que el frío del invierno dura dos semanas.
Quirós, dijo también, para polarizar con el ministro Trotta, que con este tema “se desvía el foco de la discusión” ya que “los contagios se dan en la socialización de los adultos”, como si las muertes de trabajadores de la educación y alumnos fueran solo datos estadísticos; y que la política de la Ciudad es “construir ciudadanos responsables”. De “cada día vale” a suspender las clases, para no tener que garantizar las condiciones necesarias para permitir la virtualidad para docentes y alumnos.
“Los contagios que podemos documentar, la enorme mayoría ocurren en encuentros sociales, familiares y laborales”, explicó. Sin embargo, a tono con la Nación y las provincias, no puso ninguna medida concreta y de fondo sobre la mesa para discutir cómo hace la gran porción de trabajadores precarizados, informales o autónomos para quedarse en sus casas. O los esenciales para no viajar en transportes repletos. De los millones de desocupados ni se habla, eso quizás distraiga a los funcionarios.
Sobre las vacunas volvió a prometer un aceleramiento del plan. Oficialismo y oposición, sin IFE pero con FMI, apuestan todo a la vacunación, aun cuando desde un sector de Juntos por el Cambio fueron fervientemente antivacunas. Pero, lejos de plantear la declaración de utilidad pública del laboratorio de Hugo Sigman, por ejemplo, o liderar una campaña para la liberación de las patentes, se encargan de garantizar los negociados con estas empresas que lucran con la vida.
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