Desde hace 3 meses que las familias trabajadoras de Polymont-Claro no cobran sus salarios, en medio de la crisis económica, sanitaria y social. Como nos contó un trabajador “fueron desmanteladas las bases operativas, las oficinas administrativas dejándonos a la deriva.”
Polymont es una empresa contratista que presta servicios de reparación y mantenimiento para grandes empresas de telecomunicaciones, alimentación, industria automotriz, industria metal mecánica, gas y petróleo como Claro, Peugeot, Renault, Acindar, entre las principales.
En el caso de Claro, 80 trabajadores contratados por esta empresa, prestan servicios en áreas técnicas en todo el país y están en esta situación. Deberían ser parte de los esenciales a los que se homenajea y reivindica durante la pandemia, pero contradictoriamente desde hace años son tercerizados que, al igual que miles de trabajadores precarizados, se encuentran peleando por su continuidad laboral. Lo mismo sucede en el caso de Acindar, donde 80 trabajadores contratados también por Polymont, se encuentran desde hace un mes peleando por su continuidad laboral y derechos adquiridos. Realizan tareas de telecomunicaciones, pero están encuadrados bajo el convenio de la construcción (UOCRA) cuando deberían ser parte del convenio del sindicato de telecomunicaciones de Foetra. Percibían salarios a la baja de $40 mil mensuales, mientras la inflación ya es del 46% anualizada a abril, una suma que está muy lejos de cubrir la canasta familiar, trabajando más de 50 horas semanales y sin que les garanticen los elementos de protección frente a la pandemia ni la vacuna contra el Covid-19.
Este fraude laboral, con las cúpulas sindicales mirando para otro lado, se convirtió en una práctica común de las empresas de telecomunicaciones, incluso a pesar de ser las grandes ganadoras durante la pandemia y haber tenido ganancias récord durante varios años. Tanto Telecom/Personal, Cablevisión como Movistar/Telefónica, Telecentro y Claro, tercerizan gran parte de las tareas técnicas a través del convenio de Uocra. Retesar, Rowing, Cobra, Plantel, Global Connect, Polymont son algunas de las empresas, además de las subcontratistas en las que ni siquiera se respeta el convenio a la baja de Uocra.
Las políticas de flexibilización, no son patrimonio exclusivo de las empresas de telecomunicaciones. Actualmente, los trabajadores de Ema Servicios y ArgenCobra, ambas tercerizadas de Edesur, también vienen luchando por el pase a planta permanente y el reencuadramiento gremial. A los y las esenciales muchas veces se nos aplaude, pero en los hechos las familias están pasando hambre.
Si vamos hacia atrás en el tiempo, en el convenio del año ‘75 de Entel, todos los trabajadores estaban en planta, incluyendo maestranza, mantenimiento y porteros. Todos con los mismos derechos que cualquier otro trabajador. La dictadura primero, y los gobiernos que continuaron fueron quitando conquistas y mantuvieron el fraude laboral de la tercerización. Hoy en día, las multinacionales de las telecomunicaciones, a pesar de haber tenido ganancias récord hace años y más aún en la pandemia en la que fueron parte de las grandes ganadoras, continúan tercerizando con la complicidad de las cúpulas sindicales.
Pero recordemos ¿Quién es Claro?
Su dueño es Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del planeta. En la actualidad su fortuna, según la revista Forbes, supera los 55.930 millones de dólares; aumentó un 7,4% sus ganancias respecto al 2020. Llegó al mercado de las telecomunicaciones en los ‘90, cuando compró la empresa mexicana Telmex y en 2003 compró la Compañía de Teléfonos del Interior (CTI), habilitado por Alberto Fernández, quien en ese momento se desempeñaba como Jefe de Gabinete del gobierno de Néstor Kirchner.
Es una de las empresas que oligopoliza el negocio de la telefonía celular, con tarifas abusivas y un muy mal servicio, y el propio Alberto Fernandez en su reciente viaje a México se reunió con Slim para acordar la expansión de la empresa en la Argentina, buscando ponerle un freno al grupo Clarín con la concentración que tiene Magnetto. Además del mal servicio que presta Claro entre sus usuarios, ya anunció que en el mes de junio aumentará otro 7% en sus tarifas, un 15 % acumulado en dos meses.
Con el inicio de la pandemia, las telecomunicaciones se volvieron aún más esenciales tanto para el acceso a la educación como para teletrabajar, aunque se tornan impagables sus tarifas para miles de usuarios y sectores populares, en medio de la crisis social y económica. Sin embargo estas empresas tienen ganancias millonarias, y aún así, “lloran” que los aumentos autorizados por el Gobierno no les conforman, y aunque el gobierno “intentó” poner un límite a los aumentos siderales, termina una y otra vez retrocediendo ante la protesta de las empresas.
Este empresario mexicano, no solo es conocido por su negocio en las telecomunicaciones, también es accionista minoritario en YPF, del que obtiene jugosos dividendos. Y se hizo más famoso aún desde el año pasado por haber firmado con el Estado argentino y Astrazeneca un acuerdo para la fabricación y distribución de la vacuna contra el Covid-19. Tal vez te estás preguntando si ¿las y los trabajadores de las telecomunicaciones vimos esas vacunas? La respuesta ya la debes conocer, no.
Recordemos además, que Claro llevó a sus trabajadores a una precarización tal que llevó a perder otra vida obrera, de nuestro compañero Matías Dimuro, que murió el año pasado al recibir una descarga eléctrica mientras trabajaba en un poste en malas condiciones. Matías se encontraba contratado por Global Connect, también tercerizada de Claro.
Cómo seguir para ganar
Frente a empresas como Claro que su único interés son sus negocios millonarios a costa de la tercerización, precarización de sus trabajadores y de las altas tarifas a miles de usuarios que no pueden pagarlo, la lucha que vienen llevando adelante los trabajadores de Polymont-Claro se fortalece si es con la unidad de las filas obreras, comenzando con la unidad entre efectivos y tercerizados de un mismo gremio, y siguiendo con la unidad entre ocupados y desocupados, junto con los usuarios afectados por estas empresas.
Si bien el gobierno de Fernández extendió el plazo del decreto antidespidos, esto solo queda en lo formal, cuando vemos que los empresarios hacen lo que quieren, mientras no se obliga a que cumplan con el decreto, y se sigue profundizando el ajuste y negociando con el FMI el pago de la deuda. ¿Qué va a hacer el gobierno frente a estas empresas que dejan de pagar salarios –aún teniendo ganancias record- y no garantizan la continuidad laboral?
Los trabajadores, están bajo el convenio de la Uocra que nada tiene que ver con la actividad que realizan. Este sindicato es bien conocido por sus trabajadores por ser garante del mayor grado de explotación, y no solo eso, sino que quedó “excluido” del decreto que prohíbe los despidos y durante el 2020 acordó suspensiones y rebajas salariales con las empresas.
La dirección de Foetra, sindicato de telecomunicaciones en el que deberían estar encuadrados los trabajadores de Polymont-Claro, en estos 20 años de conducción no se planteó una lucha estratégica por acabar con la tercerización de conjunto, adaptándose a las exigencias de las patronales. Es hora de que esto cambie. Foetra debe apoyar el reclamo de los trabajadores y acompañar su lucha, como parte de la pelea más general de tomar en sus manos el reclamo de los trabajadores, ¿hasta cuándo se va a avalar la tercerización?.
Tenemos que exigirle desde las bases, al sindicato de Foetra que luche consecuentemente por el pase a convenio de los trabajadores de Polymont y a planta permanente de Claro, que aporte e impulse un fondo de lucha en todo el gremio para que ésta no se quiebre por hambre. Para lograr esto es importante extender a los tercerizados y precarizados los derechos gremiales, poder afiliarse y tener delegados representados en Foetra, unir las filas en la organización para tener la fuerza para la lucha que está planteada.
Desde la Agrupación Violeta –impulsada por militantes del PTS e independientes- e integrantes de la Granate Blanca, venimos acompañando su pelea. Siempre levantamos la bandera de la lucha contra la tercerización y por el pase a planta: fuimos parte de la lucha de los pasantes y de los contratistas, aportando a su organización, de manera independiente, marcando los límites de la conducción de Foetra pero también exigiéndole con organización desde abajo, que termine con la subordinación a las empresas y los gobiernos de turno y encabece los reclamos de los tercerizados.
Ninguna lucha se salva sola. Contra la división que buscan imponer los empresarios y las conducciones burocráticas de los sindicatos, y a pesar de la política desmovilizadora de la CGT y las CTA’s, se hace fundamental salir a las calles uniendo las distintas luchas en una sola, con espacios de organización y acciones en común, como lo vienen haciendo los trabajadores de Ema, de ferroviarios, Latam y GPS, trabajadores de la salud, las familias de las tomas y fábricas recuperadas, del transporte de las industrias y de docentes y tantos otros. En ese camino es que el 5 de junio vuelven a reunirse todos los trabajadores que son protagonistas de las luchas en un zoom donde discutirán la próxima acción coordinada y cómo ampliar la coordinación.
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