En las últimas semanas el tema de la vacunación de los trabajadores y trabajadoras del transporte se metió en la agenda. Paro marítimo y portuario, marchas de choferes autonconvocados y de tercerizados ferroviarios reclamaron vacunas.
De allí surgió una notificación conjunta de los ministerios de Transporte y de Salud anunciando que serían incluidos en los sectores “prioritarios”, aunque proponía una serie de pasos, como “analizar por sector”, “pedir listados a los gremios” y otros pasos administrativos sin fechas concretas.
La Izquierda Diario lo advirtió: miles y miles siguen teniendo que trabajar, no solo del transporte, y desde el Gobierno y las empresas no hay protocolos ni vacunas, solo promesas.
Es tan evidente que el tema surgió en la visita del Ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, a la sede de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Allí estaban su titular, Juan Carlos Schmidt, y referentes de distintos sindicatos: Camioneros, SOMU, Unión Ferroviaria, Aeronavegantes, Taxistas, URGARA, La Fraternidad, SUPA, Guincheros, Señaleros Ferroviarios, UPSA, Apuntadores Marítimos, Conductores Navales, SUPeH Flota y Viales Nacionales.
Fue el propio Schmidt quien dijo que “todavía existen dudas sobre el desarrollo del plan”. El reclamo quedó plasmado en el comunicado emitido por la confederación de sindicato al terminar la reunión.
Sin embargo, la segunda ola se sintiendo fuerte en quienes “mueven el país”. En las últimas horas se conocieron datos preocupantes: 16 personas mueren por día, contagiadas en sus lugares de trabajo. El dato corresponde a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, solo entre asegurados en las ART, pero es mucho mayor si tenemos en cuenta informales, quienes están en otros sistemas y sobre todo la dificultad para que las empresas tomen los casos.
Entre los sectores con más contagios está el Transporte.
La demora en acordar un plan urgente, así como en el avance del plan de vacunación general, es criminal. |