El lunes 7 de junio, el juez Alfredo Eugenio López ordenó suspender la ley Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el fallo tuvo lugar a partir de una medida cautelar presentada por Héctor Adolfo Seri, un excandidato y militante de la agrupación de derecha del excarapintada Aldo Rico. El movimiento de mujeres y disidencias y la izquierda convocaron un pañuelazo frente a tribunales, para repudiar que un juez pase por encima de una ley votada por el Congreso Nacional, producto de décadas de luchas. La suspensión de la IVE tuvo el apoyo activo de sectores de la ultraderecha local encabezada por Pampillón. Este hecho, contó con numerosas voces de rechazo que se alzaron a lo largo de todo el país, va de la mano de una escalada en los ataques contra la ley, que ya tuvo que soportar la presentación de unos treinta amparos en distintos juzgados del país desde que fue sancionada, como en Salta, Chaco, San Juan entre otros lugares.
Frente a esta avanzada de los sectores celestes, antiderechos y derechistas, que buscan impedir la aplicación de la IVE, orquestando ataques contra lo que conquistó el movimiento de mujeres y disidencias con la lucha y la movilización, ganando las calles de todo el país, donde las mujeres y cuerpos gestantes son quienes siguen pagando con su propio cuerpo la negación de un derecho elemental, es fundamental abrir un debate de como enfrentamos a estos sectores fundamentalistas que están vinculados por múltiples lazos económicos y políticos con el estado, los gobiernos y las iglesias.
¿Qué relación existe entre las iglesias y los gobiernos? Luego del debate en el congreso de 2018 las iglesias, tanto la católica como la evangelista, han ganado mayor injerencia en las decisiones y políticas de estado llevadas adelante por los partidos de gobierno, donde no se ven muchas grietas. Como ejemplos podemos citar la creación de una subsecretaría de culto en La Matanza de la mano de Verónica Magario, o con el programa “Cristianos a Ayudar” que impulsó Jorge Capitanich en Chaco en coordinación con las jerarquías evangélicas durante la pandemia. Cuentan con mayor peso en el Congreso ya que tienen diputados y senadores vinculados con estos sectores que integraron tonto las listas tanto de cambiamos como del Frente de Todos.
Estos sectores oscurantistas y de la ultraderecha, que los grandes medios alientan y amplifican su discurso y que en el último tiempo a nivel nacional vienen manifestándose en las calles, no solo han fortalecido su discurso y accionar del Macrismo y los grandes medios de comunicación, hay que tener en cuenta que detrás de estos grupos, como los de Espert, Miley y Gómez Centurión, hay un poder económico-empresarial real que sigue marcando el rumbo de la política económica y social en el país, beneficiándose de las decisiones gubernamentales.
Desde el propio estado con medidas concretas, y a través de funcionarios como Berni, facilitan y garantizan el terreno para que avance de la derecha. El Gobierno de Alberto Fernández ha retrocediendo frente a cada protesta de la derecha como ocurrió con la expropiación de Vicentín donde termino avalando la estafa millonaria, cediendo al chantaje de la bonaerense frente al levantamiento policial de la misma fuerza que desapareció a Facundo Castro, donde Berni Junto a Kicillof felicitaban por su voluntad de servicio un día después de que se conociera el terrible femicidio de Úrsula, perpetrado por un hombre de esa fuerza represiva con su complicidad y la del Poder Judicial. Mientras que desalojan con topadoras a las familias que pelean por un techo donde vivir como en Guernica a favor de los grandes negocios inmobiliarios. Al mismo tiempo que reprime a les trabajadores que salen a luchar como vimos el pasado viernes en el puente Pueyrredón. En medio del colapso sanitario, no solo no tocan las ganancias de las empresas, sino que permiten que estas avancen sobre los derechos de las mujeres y las disidencias profundizando las desigualdad salarial, como denuncian las trabajadoras de la empresa Havanna que por la misma tarea cobran menos por ser mujeres. Entre tanto, las mujeres y disidencias siguen reclamando el cupo laboral trans mientras exigen la aparición con vida de Tehuel, que está desaparecide desde marzo, cuando fue a una entrevista de trabajo.
Mientras que la derecha oscurantista, antiderechos, ocupa lugares claves como el Poder Judicial o ministerios y se manifiesta en las calles, buscando todo tipo de artilugio para avanzar sobre las conquistas del movimiento de mujeres y disidencias, como la Interrupción Voluntaria del Embarazo, vemos como muchas de las referentes de este movimiento, hoy están integradas al Estado a través de los ministerios, tienen una política de abandonar las calles apelando a que con presentaciones en los despachos de tribunales se le puede parar la mano a la derecha, la realidad muestra que es una postura impotente. Frente a esta avanzada de los sectores retrógrados promotores del odio contra los derechos de las mujeres y las disidencias, no podemos quedarnos solamente con peticiones en la justicia, expresiones en las redes y comunicados.
La lucha de muchos años por la legalización del Aborto, cobro fuerza al calor de la marea verde, de les pibes de los colegios secundarios, de las facultades, centros de estudiantes y desde los lugares de trabajo, donde las comisiones de mujeres y juntas internas se lograra imponer que los sindicatos tengan que tomar esta demanda logrando movilizaciones históricas que conquistaron el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito pese al lobby de las iglesias y sus representantes en el parlamento.
Tenemos que dar una clara demostración de cómo responderle a la derecha. Para ello se vuelve fundamental organizarnos desde los lugares de trabajo y estudio, comisiones de mujeres y diversidad, confluir en una gran asamblea para coordinar de manera democrática, para organizar acciones masivas para anular el fallo oscurantista, por la implementación efectiva de la IVE, por el cupo laboral trans, por la separación de la Iglesia y el Estado y por todos nuestros derechos. Llamamos a los sindicatos, centros de estudiantes, a las organizaciones del movimiento de mujeres, de Derechos Humanos, sociales y políticos a impulsar instancias de organización y debate en asambleas, para votar acciones en común que, contemplando la situación actual de pandemia, se propongan ganar las calles para enfrentar y derrotar realmente a la derecha. Necesitamos unir la marea verde a la de las trabajadoras y jóvenes que enfrentan las consecuencias de la crisis que acompaña a la pandemia y que hoy protagonizan una ola de luchas en las cuales donde las mujeres cobran un rol protagónico como lo vimos con las trabajadoras de la salud en la primera línea contra la pandemia, salieron a la lucha en nuestra ciudad porque tienen entre dos y tres trabajos para llegar a fin de mes. Las docentes que en muchos casos están precarizadas y como muchas trabajadoras además deben poner sus dispositivos e internet para sostener la virtualidad porque ni las escuelas privadas ni el estado lo garantizan. Mientras recaen sobre las mujeres con más fuerza que nunca las tareas de cuidado y hacen malabares para llegar a fin de mes porque de entre los pobres, precarizarnos y desocupados, las mujeres y las infancias son la amplia mayoría.
El gobierno demostró que su prioridad es destinar todos los recursos al FMI, ajustó el presupuesto a medida del FMI, eliminó el IFE, ataco a monotributistas y a jubilades, para pagar la odiosa deuda con la plata que se necesita para salud, trabajo y educación. Mientras que quienes tienen un empleo en blanco sus salarios siguen por debajo de la inflación. El aborto se lo conquistó con la movilización de millones y no se puede dejar que la derecha y la iglesia sometan al oscurantismo nunca más, pero además es necesario organizarnos por todos los derechos que faltan, para no ser humilladas ni pisoteadas por el gobierno, las patronales y la iglesia.
Con organización, en unidad con libertad de tendencias se ganaron las calles y se conquistaron muchos derechos, ese es el camino para defenderlos y garantizarlos porque el patriarcado no cayó con la aprobación de una ley, sobran las razones para ganar las calles con independencia política. |