El 9 de agosto de 2019, el Tribunal Oral Federal de La Rioja absolvió a César Milani, en el juicio que se investigaba el secuestro y tortura sufridos por Pedro y Alfredo Olivera. El ex hombre fuerte de la inteligencia militar durante el gobierno de Cristina Kirchner, quedó impune a pesar que la querella presentó suficientes pruebas para condenarlo.
Luego de distintos reclamos que realizó la querella, la Cámara Federal de Casación concedió a Alfredo Olivera, el recurso de queja contra la sentencia del Tribunal Oral de La Rioja, que absolvió a César Milani. Se lo juzgaba por la desaparición y torturas que recibieron Alfredo Olivera, y su padre Pedro. Ambos lograron salir en libertad tiempo después. Y Alfredo pudo dar cuenta que entre sus secuestradores estaba Milani. Lo denunció por primera vez en 1979, cuando aún estaba detenido, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ahora, el fallo del Tribunal que absolvió a Milani está en manos de Casación, y sus integrantes deberán estudiar la sentencia.
El exjefe del Ejército bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que fue nombrado a pesar que organismo de derechos humanos como el CELS, el CeProDH, Madres de Plaza de Mayo La Rioja y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, entre otros, rechazaron el ascenso porque Milani cargaba con distintas denuncias por crímenes de lesa humanidad.
La más emblemática es la desaparición de Alberto Ledo, cuando realizaba el servicio militar en Tucumán. Milani estaba señalado como responsables de esta desaparición. También, el exjefe del Ejército, estuvo involucrado en la desaparición de Oscar Schaller y su papá, Plutarco. Ambos conocieron a Milani mientras estuvieron secuestrados durante la dictadura. Oscar también logró, junto a sus abogados del CeProDH, Myriam Bregman y Matías Aufieri, llevar a juicio a Milani. Milani también fue participó en el secuestro de Verónica Matta y su hermana.
Las denuncias por lesa humanidad contra el militar fueron tan contundentes, que estuvo detenido desde el 17 de febrero de 2017 y liberado el 9 de agosto de 2019. Luego de quedar impune por los fallos de los Tribunales. Tal vez el más regresivo de los fallos fue el que se dictó en el juicio de los Oliveras. Entre los fundamentos de los jueces se encuentra que la detención de Pedro Olivera, en marzo de 1977, no fue ilegal. Justifican los procedimientos bajo las leyes 20.840 y 21.460, esta última firmada por el genocida Jorge Videla.
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