En 1981 la Red de Educación Popular Entre Mujeres (REPEM), reunida en Paraguay, decidió declarar el 21 de junio como Día Internacional de la Educación No Sexista. Desde entonces, se multiplicaron las iniciativas para promover el derecho de las mujeres y la comunidad sexo-genérica (en primer lugar de aquellas de los sectores populares de América Latina y el Caribe) a una educación democrática, libre de estereotipos, que no refuerce la discriminación de género en el mundo del trabajo, la familia y los espacios públicos. Esta iniciativa con el tiempo se replicó en otros países, por lo que cada 21 de junio se conmemora a nivel internacional el “Día de la Educación No Sexista”.
El reconocimiento de las expresiones del sexismo representa un desafío educativo en la medida que la educación debe contribuir a la superación de los prejuicios. La tarea es compleja pues la educación es parte de un proyecto global y, por ende, es imposible separarla del contexto social en el que se inserta.
Sin embargo, los cambios operados en las últimas décadas en la condición de las mujeres y la comunidad sexo-genérica, así como la inclusión de la equidad en la agenda nacional e internacional, obligan a un replanteamiento del devenir de los sistemas educativos. Es en este sentido que las actitudes y las creencias deben ser revisadas con el fin de acabar con el carácter construido de lo considerado como natural para que así se visualicen las desigualdades que encubren estas naturalizaciones.
Algunos debates dados en el escenario nacional el último tiempo tienen que ver con cambios que está experimentando la sociedad en ámbitos como el género, la sexualidad y la familia, por ejemplo, los tipos de familia que difunden los textos escolares, las situaciones de acoso y abuso sexual, la incorporación de autores/as mujeres y homosexuales en los programas de enseñanza media, la normalización de la sexualidad juvenil, la necesidad de una educación sexual integral, la demanda de una educación no sexista y la incorporación de niñas/os y jóvenes trans en la sociedad.
Por lo tenemos que fomentar una educación No sexista que promueva el pleno goce de los Derechos Sexuales y Reproductivos para la construcción de una sociedad solidaria, igualitaria y sin discriminación.
Impulsar un gran movimiento en las calles exigiendo Educación No Sexista, Educación Sexual Integral y Aborto Libre, Legal y Seguro en todo el país.
Te invitamos a marchar este 26 de junio a las 11 am del Ángel al Zócalo en el contingente de la agrupación de mujeres y comunidad sexo genérica Pan y Rosas, ¡Avancemos juntes a conquistar nuestros derechos! |