Mientras aumenta sin pausa la inflación y el sueldo alcanza cada vez menos, las y los trabajadores de salud de hospitales privados sufren doblemente las consecuencias de la pandemia. Por un lado, la sobrecarga laboral y exposición a los contagios, y por otra parte, salarios por debajo de la línea de pobreza e incertidumbre de cuánto y cómo van a cobrar todos los meses.
En el caso del Hospital Italiano, mientras hace publicidad con la ampliación de su edificio y prestaciones, una parte de sus empleados está cobrando un salario que no permite cubrir las necesidades básicas que una familia necesita, que según el Indec está cercana a los 70 mil pesos mensuales.
Consultados por este medio, los trabajadores manifestaron que “vivimos una situación difícil de sobrellevar, expuestos al Covid19, sobrecargados de trabajo con el hospital ocupado casi al 100%, y sin poder llegar a fin de mes con nuestro salario, teniendo que optar entre pagar las cuentas o comer. Duele tener que explicarle a nuestros hijos que aunque trabajamos todo el día la plata no alcanza para nada”.
La situación viene agravándose, ya que producto del aumento de ingresos de dinero del hospital, el Estado ha dejado de pagar el REPRO, medida de emergencia que ayudaba a completar los salarios. Sumado a esto, todavía no han cobrado ninguno de los bonos de $6.500 prometidos por el gobierno nacional. Mientras tanto, el hospital se aprovecha para no hacerse cargo de los sueldos completos ni antes ni ahora, dilata el pago del aguinaldo y especula con hacerlo en dos partes, argumentando falta de recursos.
Algo que también genera malestar es el accionar del gremio de sanidad, a quien no ven respondiendo a la altura de las necesidades. “Lamentablemente no nos sentimos acompañados por el sindicato, ya que esta situación viene de hace tiempo, faltaron medidas en su momento para defendernos y recién ahora votan un paro nacional de 4hs por turno para el 1 y 2 de julio.”
Respecto a esta medida de fuerza afirmaron que “por supuesto vamos a adherir e impulsar el paro para que sea una medida real, y se convierta en un primer paso para que entre todas las y los trabajadores de la salud públicos y privados debatamos, nos organicemos y votemos todas las acciones necesarias por nuestros derechos”.
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