Una vez más, Sánchez da muestras de que toda la estrategia del Gobierno en cuanto a Catalunya, va encaminada a favorecer la vuelta al autonomismo y desmontar la movilización democrática por el derecho de autodeterminación y la independencia.
Desde este ángulo es que el presidente del Gobierno de coalición defendió la “utilidad pública” de los indultos, utilidad que se materializó en la vistita del rey y encuentros y reuniones con la patronal, el Gobierno y el Govern. "Es la mejor decisión para Catalunya y para España" asegura Sánchez, respaldado por sectores importantes de la patronal y "contribuye eficazmente" a allanar el camino a una nueva etapa.
Gobiernos Estatal y autonómico junto a las patronales, se proponen abrir una etapa de recuperación de los negocios post pandemia, lubricada con cuantiosos fondos europeos para lo que la reivindicación del derecho de autodeterminación catalán es un escollo. Los indultos a los presos políticos catalanes, en ese marco, se proponen rebajar las tensiones y facilitar la vuelta a la “normalidad” política autonómica. Por lo pronto, habrá dos largos años de mesa de dialogo que promete no llegar a ninguna parte para los partidarios de la amnistía y el derecho de autodeterminación. Mientras se habla de “concordia”, se mantienen más de 3000 procesados, presos y exiliados para dejar claro que el Estado actuará si lo considera necesario.
La argumentación de Sánchez en la comparecencia en el congreso es que, quienes en Catalunya estén a favor de un referéndum de autodeterminación, deberán conseguir 3/5 de los votos de la cámara para reformar el Artículo 2 de la constitución, que posteriormente ésta modificación se ratifique en referéndum “por todos los españoles”, y una vez así, se podría realizar un referéndum en Catalunya.
Algo que por descontado “el PSOE jamás aceptará” en palabras de Sánchez, y tendrá su oposición junto con la derecha y la extrema derecha (y la judicatura). Los que fueron siempre y serán, los pilares de este régimen post transición del franquismo, donde la monarquía y la unidad territorial son incuestionables para los buenos negocios de los empresarios tanto en el territorio del Estado como en el extranjero.
La autodeterminación del pueblo catalán, no puede ser decisión de otros pueblos y menos aún de la legalidad del Estado del cual el pueblo catalán se pretende auto determinar. Parafraseando a Sánchez "El principio de realismo debe de imponerse", la vía del referéndum pactado es un callejón sin salida para el derecho de autodeterminación y la manera elegante de los dirigentes del procés de intentar disimilar la vuelta a la normalidad autonómica.
Para conquistar ésta reivindicación democrática no hay otro camino que reimpulsar el movimiento catalán sobre otras bases, que lo vinculen con la resolución de los grandes problemas sociales que la actual crisis y la gestión de los partidos patronales (catalanes y españoles) ha agravado, mediante la movilización independiente de la clase trabajadora y los sectores populares, en una alianza fraternal con los pueblos y los trabajadores y trabajadoras del resto del Estado. |