El líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, criticó la política asistencial del Gobierno para las familias más empobrecidas. "Hay mucha ayuda del Estado. Eso, como dice Francisco está bien para la crisis, pero si vos lo prorrogás en el tiempo, genera enfermedades sociales", aseguró este miércoles. Sin embargo, sus declaraciones más repudiables tuvieron que ver con las mujeres más pobres:
"La que tiene las tarjetas de ayuda social en los barrios es la mujer. Eso destruyó, hizo que la mayoría de las familias sean matriarcales. La que conduce es la mujer, el chabón piró y la única manera que tiene para volver a su casa para ver a la mujer es agarrar a cinco giles y llevarse cinco celulares o vender droga y caer en las enfermedades sociales", dijo el líder piquetero.
¿De qué “matriarcado” habla el señor? Sus críticas son inaceptables en un país donde el 68,3 % de los niños, niñas y adolescentes que viven en hogares conducidos exclusivamente por mujeres (mono-maternales) son pobres. A las mujeres con hijos, hijas y adolescentes que dependen únicamente de sus ingresos (y no de una pareja) les cuesta el doble sostener los hogares.
El ajuste fiscal en el presupuesto 2021 -por ejemplo vía la eliminación de la IFE- aumentó la pobreza en los sectores más vulnerables del país: mujeres, niños, niñas y adolescentes. Esto deja en evidencia que no solo la política asistencial que el Gobierno destina a la población es totalmente insuficiente para contrarrestar el crecimiento de la pobreza, sino que toda la política de género de la que tanto habla el Gobierno, tampoco permite a las mujeres avanzar en la igualdad en la vida. Siguen siendo las más pobres y las que tienen una vida más complicada. ¿Se le puede llamar a esto matriarcado?
Pérsico es secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social. Se refirió al tema en un panel virtual en el marco del encuentro anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE). Allí compartió panel con María Migliore, la ministra Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires e hizo el curioso diagnóstico.
"Eso ha destruido el tejido social y hace que, como dicen los compañeros empresarios, que tengan una muy baja empleabilidad. El responsable es eso, es este sistema que hemos creado", aseguró y reclamó la creación de empleo genuino para poder incluir a estos sectores. "No es la salida el subsidio. Lo primero que se le ocurre al Estado y a la política es: ’hay pobreza, inventemos subsidios’. Esto no termina resolviendo el problema, porque no integra. La integración como consumidor, no sirve. Es el trabajo lo que integra", dijo.
"Es muy difícil encontrar trabajo en estas condiciones", dijo, a la vez que añadió: "Tal como dice Francisco, la idea del crecimiento absoluto y que vamos a conseguir trabajo para todos cuando crezcamos es una idea falsa. ¿Cuánto hay que crecer para que todos estos compañeros se incorporen al sistema de empleo en blanco y con derechos?". Lo más insólito de las declaraciones del funcionario, es que habla como si no lo fuera. Forma parte del mismo Gobierno, dentro de la cartera de Desarrollo Social, desde donde se diseñan e implementan las políticas de asistencia. Forma parte del mismo gobierno que al igual que los predecesores, sólo destinan miseria para los sectores de la población más vulnerable y precaria. Sus declaraciones parecen una tomada de pelo además, viniendo de parte de un referente cuya trayectoria política está totalmente ligada a la obtención de planes sociales como única salida para los sectores más pobres.
Pérsico amplió su diagnóstico. "En la Argentina hay tres vicios sociales: arriba es más ganancia, capturar pesos rápidos del mercado, meterlos en la bicicleta financiera y sacarlos para afuera; en el medio, comprar dólares o departamentos; y abajo viven del Estado, y eso genera una enfermedad social muy grande", dijo. Hay que recordarle que el Gobierno del que forma parte es uno de los principales actores que bregan por el sostenimiento de este status quo. Aún en plena pandemia sostiene el ajuste contra los bolsillos de la clase trabajadora y los sectores populares, mientras los más ricos y poderosos, como los bancos y terratenientes, siguen amasando fortunas y fugando. Los y las que “viven del Estado” viven en la miseria total, porque la asistencia estatal no alcanza más que para comer algunos días.
Por el momento ni Elizabeth Gómez Alcorta ni Estela Díaz, ministras nacional y bonaerense de las Mujeres, Géneros y Diversidades, repudiaron las declaraciones de Pérsico. ¿Lo harán? |
