Para quienes trabajamos en el Metro de Santiago, las últimas semanas han estado marcadas por el abuso y prepotencia de la empresa que desconoce nuestro esfuerzo en medio de la pandemia del covid-19.
La empresa se niega a pagar por segundo año consecutivo un bono que hace más de diez años los trabajadores percibimos cada junio por la sobrecarga laboral que significó la implementación del Transantiago. Al mismo tiempo que los gerentes y ejecutivos puestos por el gobierno de Piñera, durante este año subieron sus ya millonarios sueldos por varios millones más, buscando asegurar que su pasada por el Metro llene lo más posible sus bolsillos.
A horas de que inicie la Convención Constitucional pareciera que para el gobierno y el directorio de Metro, no pasamos por una rebelión popular que despertó a todo Chile contra esta clase de abusos y otros más.
Escuchamos la voz intransigente de los gerentes. Pero somos nosotros y no ellos, quienes hacemos funcionar todos los días el medio de transporte más importante de la capital.
Nos dicen que no hay recursos, pero esto contrasta con las cifras de pasajes cobrados este año. Si comparamos abril del 2020 con el mismo mes del 2021, los pasajes cobrados aumentaron en un 70% (develando al pasar que en la segunda ola del covid-19, las autoridades no hicieron el más mínimo esfuerzo por desmovilizar la ciudad).
Para enfrentar esta prepotencia empresarial nos sumamos y nos sumaremos a todas las convocatorias y acciones que impulsen los sindicatos. Sin embargo diferimos tajantemente de la estrategia que la dirección de la Federación de Sindicatos de Metro ha llevado a cabo con marchas y entregas simbólicas de cartas al ministerio del gobierno asesino de Piñera y de los mítines en donde los trabajadores de base solo somos auditorio de las acciones de los dirigentes.
Debemos pasar de las movilizaciones simbólicas a movilizaciones reales y preparar la lucha por esta y otras demandas desde la base con asambleas de organización, coordinación y resolutivas que puedan hacer de los trabajadores de base protagonistas en la defensa de nuestros derechos.
La Asamblea convocada para este lunes 5 de julio debe ser resolutiva, definir un plan de movilización ascendente y organizar comisiones de base de movilización y delegados para que cualquier trabajador sindicalizado o no sindicalizado pueda participar activamente de las acciones. Debemos profundizar las acciones de movilización como las del 11 de marzo convocada por el Sindicato N°2 de Técnicos y Profesionales, que tuvo una gran repercusión a nivel nacional y despertó la simpatía de usuarios y trabajadores.
Además no podemos dejar de pensar que cualquier movilización real en el Metro de Santiago afectará a la totalidad de la Región Metropolitana por lo que los puentes con la población y los sectores populares son claves para pensar en una posible paralización del metro. Las y los trabajadores del Metro debemos tomar en nuestras manos las demandas de la población y con ello no solamente estaremos buscando aliados entre los otros trabajadores que ocupan la red, sino que además estaremos luchando por nuestros propios derechos y el de nuestras familias.
Nos referimos a que debemos unir a nuestras demandas como trabajadores las demandas sociales expresadas en la rebelión popular de octubre de 2019 e incluir también icónicos métodos de movilización impulsados por estudiantes secundarios como la apertura de los torniquetes. Debemos buscar la rebaja de la tarifa del Metro contra el negocio de los privados en el transporte de superficie, debemos liberar torniquetes en horarios y días específicos para ganarnos el apoyo de los trabajadores estudiantes y pobladores de la ciudad y además formar parte activa de las convocatorias que se vienen realizando ad portas de la convención.
Un primer paso de esta unidad, además de discutir un plan de lucha que incorpore las medidas planteadas más arriba, es plegarnos a la movilización convocada por los familiares de los presos políticos de la rebelión a las 9 am en metro Universidad de Chile. Vamos con nuestras chaquetas rojas como primera muestra de solidaridad y unidad de clase contra este gobierno anti-obrero y represor.
Los dirigentes de todos los sindicatos de la Federación de Metro como Erick Campos, que además fue candidato a constituyente, tienen que convocar a movilizarnos este domingo por el cumplimiento de nuestras demandas y por la libertad inmediata de los presos políticos, que sea la primera moción que se vote en la convención. |