El Tribunal de Casación de la Suprema Corte italiana ratificó las sentencias a cadena perpetua de genocidas que actuaron en el Plan Cóndor, culpables de la desaparición y muerte de 38 personas. La imputación original incluía a 33 genocidas, varios de los cuales fueron muriendo en el transcurso del largo proceso del juicio que comenzó a fines de los años noventa.
Los genocidas a los que han confirmado sentencia en esta instancia son los once uruguayos: Jorge Tróccoli, José Arab, Juan Carlos Larcebeau, Pedro Antonio Mato, Ricardo Medina, Ernesto Abelino Ramas, José Sande Lima, Jorge Silveira, Ernesto Soca, Gilberto Vázquez y Juan Carlos Blanco, integraban esta lista hasta su fallecimiento José Gavazzo y Luis Maurente. Los restantes genocidas confirmados en su condena son los chilenos: Pedro Espinoza, Daniel Aguirre Mora y Carlos Luco Astroz.
Originalmente el juicio se inició por las causas de ciudadanos de origen italiano de Uruguay y Argentina, ampliándose con los años a casos de otros países sudamericanos, e incluso luego a otros ciudadanos uruguayos al incorporarse la imputación contra Jorge Tróccoli.
Jorge Tróccoli oficial de la armada uruguaya perteneciente al FUSNA (cuerpo de fusileros navales) fue uno de los principales represores que actuaron en operaciones de exterminio en territorio uruguayo y argentino, y que culminaron con la desaparición y muerte de ciudadanos uruguayos y argentinos a fines de los años setentas. En el marco del Plan Cóndor actuó en coordinación con la ESMA argentina y el servicio de inteligencia militar uruguayo SID. Ante el inicio de causas por parte del poder judicial uruguayo, huyó impunemente hacia Italia pudiendo escapar de la extradición gracias a la “torpeza” de la administración uruguaya. Sin embargo no pudo escapar de la imputación y condena del poder judicial italiano, que lo condenó a cadena perpetua.
Como a los nazis, les va a pasar…
En la mayoría de los casos, a más de cuatro décadas de impunidad, finalmente gracias a la lucha de familiares de las víctimas y militantes de ddhh, además de la lucha del pueblo trabajador que los han respaldado, se ha logrado condenar a algunos de estos criminales de lesa humanidad participantes del Plan Cóndor. El pasar de tantos años tampoco es casualidad, sino la demostración de la protección que los regímenes políticos y las clases dominantes de nuestra región le han otorgado a estos genocidas para eludir la responsabilidad de sus crímenes aberrantes, que fueron ejecutados en función de proteger los intereses de esos mismos poderosos que los respaldaron hasta ahora. Genocidas como Jorge Tróccoli que tuvo el privilegio de fugarse a Italia y gozar de su impunidad por más de una década para luego “costearse” su defensa durante el proceso judicial.
Hay madres y familiares que han muerto sin ver un milímetro de justicia, como tampoco saber el destino final de sus seres queridos. En memoria de ellos y por los compañeros trabajadores, militantes sociales y revolucionarios (que eso eran en su mayoría) como mis tíos María Asunción y Fredy, victimas del Plan Cóndor, es para mí la memoria de ellos la que se presenta en este triunfo puntual contra estos genocidas. La lucha continua, porque la impunidad sigue campeando por nuestras tierras que han sufrido el Plan Cóndor, por los que fueron exterminados y por los que sobrevivieron a ese infierno, encontraremos y haremos condenar a todos los genocidas. Porque como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar. |