En una nueva columna del programa Eso Que Falta en FM La Tribu, Mariano González recupera los datos del INDEC en torno al primer trimeste del año en el mercado de trabajo. Allí destaca que "la recuperación débil e inestable no tuvo traducción en términos del empleo, que permanece por debajo en comparacion con el año pasado. Mientras las empresas estan en niveles de actividad similares a los de la pre pandemia, se emplean menos personas para producir lo mismo o más. Este dato es muy importante, porque nos habla no sólo de pérdida de puestos de trabajo que nunca se recuperaron, sino que nos habla también de posibles modificaciones en las condiciones de trabajo, de la posibilidad de una sobre-carga para los trabajadores que continuaron empleados"
A su vez remitió a la continuidad de la degradación laboral expresada en una desocupación que permanece en dos dígitos (del 11,4% si se toman les desalentades, según los cálculos de Claudio Lozano) y el cuentapropismo que si bien bajó respecto al último trimestre, en términos anuales continúa creciendo. Actualmente 1 de cada 4 trabajadores son cuentapropistas y, cómo ya mencionó Luis Campos del Observatorio del Derecho Social de la CTA, son los niveles más altos para un primer trimestre desde el año 2017.
Al respecto, Mariano apuntó que "¿el hecho de que haya bajado trimestralmente el cuentapropismo, podría ser una buena señal? Yo diría que no porque el problema es que esta baja no se explica por el mejoramiento de las condiciones de trabajo y la calidad de los empleos, eso no se sucede; sino que muy probablemente tenga que ver con que hay una paralización del mercado interno. Hay poca plata en el bolsillo de la gente y eso frena el consumo. En síntesis, tenemos que la tendencia anual es al aumento del cuentapropismo, como signo de la creciente precarización del mercado laboral, y en detrimento del empleo formal. Pero a la vez una baja trimestral que expresa las restricciones para mucha gente de poder salir a rebúscarsela como en los momentos prepandemia."
La falta de las mejoras en el salario, en las condiciones de trabajo y la degradación general de las vidas de les trabajadores producto del ajuste, son algunas de las razones por las que hoy en las calles vemos cómo confluyen las luchas de trabajadores autoconvocades, tercerizades, de sectores esenciales, de los movimientos sociales, el sindicalismo combativo y las organizaciones piqueteras. "Aunque nos hayamos acostumbrado a la existencia de los «tercerizados», lo cierto es que una figura de este tipo no existía en la Argentina hace 50 años. La tercerización oficia como un mecanismo que habilita la segmentación, la fragmentación en capas de trabajadores a los que se los va despojando de derechos. Que es lo que venimos conversando acá también. Esto es una herencia de la dictadura militar en Argentina y que goza de buena salud." Y cerró en que "se viene expresando una tendencia a la articulación de las luchas también, denunciando el ajuste en curso además de las demandas particulares de los distintos sectores en lucha, sea por vivienda, pase a planta, reincorporaciones, recomposiciones salariales."
En relación a los recientes datos de las Cuentas Nacionales del INDEC que muestran el reparto de la riqueza nacional, Mariano destacó que "existe un retroceso de la participación de la masa salarial en el conjunto de la riqueza nacional de casi 4 puntos, a la par de un incremento de la ganancia empresaria de 5. Mientras el excedente bruto aumentó un 64% (casi 20 puntos por encima de la inflación hasta ahora promedio del 41 %), por el contrario, la parte salarial aumentó apenas un 33, casi 10 puntos debajo de la inflación. Todo esto esto da cuenta que en la leve recuperación que se vislumbra, son los empresarios quienes se llevan una parte más grande de esa torta". |