A casi un mes de iniciada la convención con la derecha en minoría y sin poder de veto, con una gran cantidad de independientes de diversas tendencias políticas y un Frente Amplio fortalecido en la mesa directiva, la convención aún está en la fase de votar "el cómo votar". Pero también ha habido un debate que ha tratado de levantar sobre todo la derecha, que decidiría si todos los sectores políticos deberían tener igual cantidad de representación, en particular en lo que respecta a las vicepresidencias.
En este contexto, Rossana Loreto Vidal, constituyente electa por el distrito 20, renunció a la Lista del Pueblo diciendo que la agrupación no representaría a la totalidad del pueblo y que están más bien ligados a la izquierda. Tratando de pararse desde el “no soy de izquierda ni de derecha” rompe por derecha con la Lista del Pueblo para posicionarse, en la práctica, a favor de darle más espacio aún al sector de la derecha en la convención.
En entrevista al medio Interferencia, por la discusión del espacio a darle a la derecha en las vicepresidencias de la Convención señalo que: “Se pierde el norte respecto de que esas 37 personas (de Vamos por Chile), que son las que representan a la derecha, no fueron ahí porque compraron la entrada para ser convencionales, sino que fueron porque recibieron el respaldo de una parte de nuestra comunidad”.
Es de notar que la derecha esta última semana se ha dedicado a pelear en contra de que constituyentes hablen en su lengua materna y haciendo gala de su conservadurismo comiendo dulces “negrita” en bloque en las sesiones de la convención para hacer show mediático y provocar.
A ese sector es al que acaba favoreciendo Vidal con el diálogo sin importar con quién. La constituyente rompió con la Lista del Pueblo diciendo que "tenemos que dejar de pelear y avanzar en lo que fuimos mandatados", pero lo hace justo para fortalecer aún más al sector que quiere pelear contra cualquier cambio favorable a los más amplios sectores del pueblo pobre y trabajador: bajo el pretexto de que se debe representar a todo el pueblo rompe con la agrupación con posiciones que favorecen a los representantes de los explotadores y opresores del pueblo.
Dentro de la Lista del Pueblo hay sectores más a izquierda y otros más al centro del espectro político. Desde ya que Rossana Vidal no es una representante de la derecha ni mucho menos, pero sí rompió por derecha con la agrupación, dándole más espacio a este sector para desplegarse. “Yo voy por el diálogo y la inclusión, incluso de sectores que ahora no tienen esa posibilidad, claramente no soy representativa de este grupo humano, lamentablemente, porque creo que eso no nos va a conducir muy lejos”, señalo en la misma entrevista a Interferencia.
Con la heterogeneidad política de la Lista del Pueblo, probablemente algunos de sus miembros esperaban que algo así llegase a pasar. Lo preocupante es: ¿Cuáles son las conclusiones que va a sacar la Lista del Pueblo de este quiebre? ¿Irán a pensar que están muy a izquierda y que se tienen que moderar más aún? ¿Que para no perder más miembros tienen que comenzar a dialogar más con la derecha como lo hace el Frente Amplio y como lo ha hecho la ex Concertación durante los 30 años?
La derecha, con la Convención, tuvo el peor resultado electoral probablemente desde antes de la dictadura. No hay espacio alguno que regalarle a los mayores defensores de esa herencia sembrada a punta de bota militar y bala.
Ahora, uno de los mayores límites que tiene por izquierda la Lista del Pueblo es que, ante la dirección de conciliación de Bassa (FA) y su respeto irrestricto y recalcitrante a los poderes constituidos del odiado régimen, no han logrado romper con ese muro.
Como decíamos en una nota anterior, “al no tener una perspectiva programática propia, socialista, revolucionaria y de independencia de clase, y pese a ubicarse como independientes frente a los partidos tradicionales, rápidamente pueden verse integrados al Estado y siendo parte de sus maniobras”. La renuncia de Vidal es un claro indicio de esa posibilidad haciéndose carne.
Apostamos por el impulso de un Frente de la izquierda anticapitalista de las y los trabajadores para profundizar la discusión programática y estratégica con todas y todos quienes fuimos parte de la rebelión y nos opusimos a la cocina del “Acuerdo por la Paz”, incluyendo a las y los compañeros que se sienten parte de la Lista del Pueblo.
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