La actriz y activista estadounidense Susan Sarandon participó en la mañana de este miércoles de un acto en Nueva York para mostrar su apoyo a los mineros del carbón en huelga contra la empresa Warrior Met Coal de Alabama.
Sarandon participó del acto y la manifestación junto a cientos de trabajadores, en representación de los más de 1.100 mineros que se encuentran en huelga desde el 1 de abril exigiendo mejores condiciones salariales, laborales y beneficios.
El objetivo era hacer un piquete frente a las oficinas del fondo de inversiones BlackRock en Manhattan. BlackRock es un fondo buitre que se encarga de realizar inversiones en activos de alto riesgo o quiebra para luego exigir a las empresas o piases enteros (como fue en el caso de bonos de la deuda externa Argentina) un retorno de sus inversiones con ganancias extraordinarias.
El sindicato denuncia que BlackRock es el mayor accionista de Warrior Met Coal, la empresa minera de Alabama que hace años se había declarado en quiebra eliminando todos los derechos a sus trabajadores.
"Sé lo que es estar en un sindicato, pelear por lo que está bien, por lo que nos deben. Black Rock es una mancha horrible para Estados Unidos", le dijo Sarandon a la multitud que llevaba pancartas que decían "Somos uno solo".
"Estoy con ustedes, como dice su canción, ’Un día más, un día más fuerte’. Y voy a usar mi voz, no importa lo pequeña que sea, para intentar decirle a la gente en todo el mundo y en los Estados Unidos que no saben lo que ustedes están haciendo", continuó.
El mes pasado, unos 14 mineros de Alabama hicieron el viaje a Nueva York para hacer piquetes frente a las oficinas de BlackRock. Los más de 1.100 mineros han estado en huelga para obtener mejores salarios y beneficios.
El acuerdo actual con el sindicato se negoció cuando Warrior Met apareció como compradora durante el proceso de quiebra de la anterior empresa en 2016.
En ese momento el sindicato negoció con Warrior Met un convenio que afectaba muchos de los beneficios de los trabajadores con la excusa de que si no lo hacía todos terminarían en la calle. El propio sindicato reconoce que las concesiones que se hicieron en salarios, beneficios, vacaciones, horas extras y en otras áreas "para mantener a la compañía en marcha y sacarla de la bancarrota" llega más de 1.000 millones de dólares. Dinero de los trabajadores que terminó en bolsillos de la empresa y que nunca volvió a discutir un nuevo convenio, hasta que los trabajadores cansados comenzaron la huelga este 1 de abril.
Se trata de una lucha testigo ya que son cientos las empresas en condiciones similares que desde la crisis de 2008 renegociaron convenios a la baja con el visto bueno de las direcciones sindicales para luego nunca volver a recomponer las condiciones laborales y salariales previas, y en las que hoy los trabajadores empiezan a levantar la voz. |