Así está el campeonato. Arrastrando a todos al terreno del barro, ese bien cargado que salpica y ensucia todo lo que toca, Mercedes intenta resistir el cambio. Defiende sus títulos como puede, con cuanta maniobra polémica pero legal pueda -como la de la carrera pasada- totalmente temeraria y riesgosa (para los demás).
El público no come vidrio y ante lo visto en la última vuelta de lo que quedaba de clasificación, manejando a una velocidad que parecía General Paz a la hora de la vuelta a casa, llenó al multicampeón Hamilton de abucheos en la entrevista posterior a su nueva pole.
Innecesario por donde se lo mire; es que Hamilton hizo una vuelta demoledora quedando muy lejos de su perseguidor en el campeonato... Pero al parecer necesitaba marcar psicológicamente a su rival (como si no hubiera alcanzado el golpe a 51G de Silverstone). Jugándose a una estrategia que todos vivimos como sucia, poco deportiva (aunque legal) pero que a los que nos gusta que los campeonatos se peleen y ganen en la pista, con velocidad, manejo y estrategias, esto no nos gusta, nos irrita y dificulta la tarea de escribir sin andar a los insultos.
Mercedes así, dificultando la clasificación de los dos Red Bull (Checo no llegó a abrir vuelta, también por culpa del equipo) volvió al 1-2, los rivales estuvieron lejos de la pole pero cerca de la primera fila (Max a menos de una centésima de Bottas), aunque cabe destacar que el factor viento influyó en la anteúltima vuelta de Verstappen (cruzando la pista en diagonal, generaba poco agarré). Las notas post clasificación fueron marcadas por el público, ovacionando hasta el cansancio a Max y abucheando a Hamilton, quien dijo que le encantaba el bullying y que lo hacía más fuerte (lejos de poner un paño frío, tiró nafta directo), respaldando su actitud dentro de la pista.
Todo esto terminó de marcar el tono del campeonato y el fin de la relación amistoso/deportiva que había, ese velo de competitividad y buena onda, fue. La frialdad del saludo con puño del campeón y el directo competidor va a ser recontra top en Tik Tok, Instagram y probablemente si abrís la heladera, ahí va a estar esperando para que lo veas.
Lo que esperábamos, va a estar este domingo ahí, latente. Un campeonato que antes de su receso va a estar a tono con los 61° que hacían en el asfalto de Hungría, escupiendo fuego y paradójicamente barro. Esperemos que el equipo Mercedes vuelva a ese espíritu “con un mambo re copado” que poseía y del que hacía gala en sus notas, en los team radios donde volaban mariposas y el espíritu acartonado del hipismo, ese que muestran a todo cliché en la tele... Desbordante cuando ganaba.
La realidad está mostrando a las claras que ese acuerdo “de caballeros”, como le gusta decir al periodismo, se produce cuando el status quo no cambia, cuando el que gana es siempre el mismo o tiene pequeñas, ínfimas variaciones tirando migajas al resto.
¿Había más de cuatro autos?
Sí, corren dieciséis más, de los que cuesta hablar cuando todo está caliente ahí arriba... Pero atrás nadie da una centésima de ventaja (por lo menos no adrede). Los 6 que completaron la clasificación en orden fueron: Gasly 5to, Norris 6to, Leclerc 7mo, Ocon 8vo, Alonso 9no y Vettel 10mo.
Se vieron buenos rendimientos sobre todo en Ferrari (lo de Landoooo, cuesta destacarlo y no tomarlo como normalidad) aunque Sainz que pintaba bien se la pegó en la última curva, de la última vuelta de la Q2. Fue de esos golpes en los que estás mirando para otro lado, porque, ya termina. Al parecer perdió el control de la parte trasera. Los Alpine se mostraron sólidos y Vettel como siempre tirando experiencia en toda la pista. Pero hay que hablar sobre todo de Gasly que se metió atrás de los que pelean el campeonato superando a todo el resto, mirando siempre al pasado muy cercano donde fue relegado por no estar a la altura de lo que necesitaba Red Bull. Una sonrisa nos saca siempre que está ahí arriba.
Acá el resto de la clasificación, faltando Mick Schumacher que no corrió, ya que en las pruebas de la mañana también se la dio y rompió el auto.
Este domingo a las 10 hs nos espera el último duelo, después toca esperar casi un mes, así que a pegarse a la tele temprano... Nunca es tarde para volver a este amor por la Fórmula 1 o para empezar a verla.
