El presidente de la República de Líbano, Michel Aoun, consideró que "presentar una denuncia ante Naciones Unidas es un paso indispensable para disuadir a Israel de continuar sus ataques contra el Líbano" y confirmó que "el uso de su fuerza aérea para atacar aldeas libanesas sucede por primera vez desde 2006".
Según informó la Presidencia en su cuenta de Twitter, Aoun calificó el bombardeo israelí de "amenaza directa" a la seguridad del sur del Líbano y de "violación flagrante y peligrosa" de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra de hace 15 años.
Por su parte, el primer ministro interino, Hasan Diab, ordenó que la representante del Líbano ante Naciones Unidas, Amal Mudallali, eleve una queja "urgente" ante el Consejo de Seguridad por lo que considera una "agresión explícita contra la soberanía libanesa".
"Llamo a Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad a que hagan que Israel frene sus repetidas violaciones de la soberanía libanesa porque estas violaciones ya amenazan la resolución 1701 y la estabilidad existente desde 2006", dijo Diab, según informó su oficina en Twitter.
Sin embargo, Israel no teme represalias de la ONU y menos aún del Consejo de Seguridad donde Estados Unidos tiene poder de veto y siempre ha rechazado cualquier condena al Estado sionista sin importar la brutalidad y letalidad de sus ataques contra la población palestina o cualquiera de sus vecinos árabes.
El Ejército israelí viene de atacar brutalmente la Franja de Gaza, y de reprimir y asesinar activistas que luchan contra los asentamientos de colonos judíos en la ocupada Cisjordania, como así también a los habitantes árabes en ciudades israelíes y en Jerusalén Este ocupada. Pero no se limita a eso y también ha atacado permanentemente posiciones en Siria y la frontera con el Líbano, siendo los ataques actuales los primeros perpetrados por la fuerza aérea desde la guerra de 2006.
Cazas israelíes llevaron a cabo dos ataques aéreos poco antes de la 1.00 hora local (22.00 GMT) de este jueves contra las afueras de la localidad de Mahmudiya, cercana a la frontera entre ambos países, en respuesta a supuestos ataques con cohetes perpetrado la víspera desde el Líbano.
En las horas anteriores al ataque aéreo, Israel ya había respondido al lanzamiento de proyectiles con tres rondas de artillería.
Los aviones de combate israelíes habían atacado por última vez territorio libanés cerca de la frontera con Siria en 2014, pero no han atacado los bastiones del sur de Líbano de Hezbolá desde que el movimiento libró un devastador conflicto con Israel en 2006.
En declaraciones a YNet TV de Israel, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, dijo: "Este fue un ataque destinado a enviar un mensaje ... Claramente, podríamos hacer mucho más, y esperamos no llegar a eso", dejando en claro que no tienen pensado finalizar los ataques y culpando a Hezbolá, aunque la organización no se adjudicó los ataques.
Lo sucedido esta madrugada en el Líbano, país que no mantiene relaciones diplomáticas con el Estado judío, se produce apenas dos semanas después del lanzamiento de otros dos cohetes desde el país árabe hacia Israel, ante lo que el Ejército respondió también con ataques de artillería.
Los ataques tienen lugar en medio de una fuerte ola de agitación social en Líbano por la combinación de crisis social, económica, política y sanitaria, cuando se cumple un año de la brutal explosión en el puerto de Beirut.
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