En dicha instancia, se señaló que éstos establecimientos volverían sólo bajo requisito de contar con todos los insumos y condiciones mínimas sanitarias de ingreso. Sin embargo, al reiniciarse el año escolar en este segundo semestre, y con ellos las clases virtuales y consejos de profesores, se ven diversas contradicciones en este proceso de retorno presencial que se está “preparando” por parte del municipio.
Uno de los primeros problemas que surgió fue que varios directores y directoras comenzaron a entregar informaciones que se encontraban por fuera de lo señalado por el Alcalde. Tal caso se dio en algunas escuelas de enseñanza básica, donde los equipos directivos informaron a los docentes que sus escuelas también estarían prácticamente listas para un pronto retorno presencial. Cuando la realidad objetiva nos indica que los menores de 12 años aún no entran ni siquiera en un proceso de vacunación (y no lo estarían hasta después de diciembre según lo informado por las autoridades sanitarias). Es más, los alumnos de cuarto medio, en su mayoría recién acaban de recibir la segunda dosis de la vacuna contra el covid, lo cual es un criterio mínimo para la atención presencial.
A un día del retorno, la implementación de este proceso tiene múltiples falencias: apenas 5 de los 14 liceos se encontraría en condiciones materiales de abrir sus aulas a las clases presenciales a partir de esta semana. La falta de fondos por parte del Mineduc y CMDS, y la desigualdad financiera en los establecimientos, hace que algunos directores hayan indicado a los estudiantes “que deben traer su mascarilla desde la casa”, desligándose de la responsabilidad de proveer de insumos sanitarios a toda la comunidad educativa, pues la educación es un derecho, incluso en una emergencia sanitaria. Además, la poca planificación, el autoritarismo, y el nulo trabajo en equipo con los cuerpos docentes, ha hecho que liceos aún no se planifiquen como es debido para el retorno: de forma tardía, y sobre la marcha, algunos directores llamaron a los profesores solamente para “bajar la información” y no para deliberar y tomar resoluciones con ellos respecto del proceso que se pondrá en marcha.
A la falta de recursos, infraestructura y financiamiento, se suma una grave situación de incertidumbre para los docentes, y es la falta de un seguro de salud que cubra el contagio del propio Covid, ya que CMDS se niega a contratar el seguro covid para sus trabajadores, beneficio al cual sí han suscrito otras corporaciones municipales del país.
El Colegio de Profesores Comunal Afta, hoy dirigido por Miguel Rivas (DC), ha planteado desde marzo una línea de confianza de antemano con CMDS. Pese a ello, en la última asamblea comunal la gran mayoría de los delegados gremiales plantearon dudas e incertidumbre frente a este proceso, exponiendo en detalle la situación de cada establecimiento, a nivel pedagógico, de gestión, sanitario, y de infraestructura. Pese a la reticencia del presidente comunal, la asamblea resolvió plantear un petitorio de urgencia a CMDS, denunciando la falta de condiciones mínimas para el retorno, y llamando a unificar criterios y acciones entre todos los colegas. Tras la asamblea, los delegados emanaron un pronunciamiento público donde señalan:
“Es frente a todas estas falencias en las condiciones mínimas para el retorno, de las cuales no contamos ni siquiera aún con el seguro covid, y lo cual tenemos el deber de informar y hacer el llamado a todos los docentes de no concurrir a este llamado al trabajo presencial.
Hacemos un llamado a todas las unidades educativas, jardines, básica y media, a realizar asambleas gremiales este próximo lunes 9 de agosto, para analizar estos puntos que se llevarán con suma urgencia a CMDS, así como sumarse a esta acción en bloque emanada y votada por amplia mayoría en la última asamblea de delegados.
Como docentes, somos los primeros en constatar la necesidad que tienen nuestros estudiantes y nosotros mismos de volver a las aulas, lo añoramos y sabemos que nos ha impactado y afectado profundamente en nuestro bienestar, y nuestra salud mental y emocional. Hemos tenido que adaptarnos y responder con recursos propios, y no sólo materiales, sino que afrontar los desafíos que ha significado implementar la educación a distancia o remota. Pero la vida y la salud de las comunidades educativas siempre será lo primero, y si este retorno se hace en base a falencias e improvisación, no podemos esperar buenos resultados, de ningún tipo.” |