En una entrevista brindada a la BBC, el bisnieto de Theo, hermano del artista, contó el trasfondo familiar detrás de las obras que hoy son mundialmente conocidas y que forman parte del Museo Van Gogh en Ámsterdam.
"Creo que "Almendro en flor" es una de las pinturas más hermosas jamás hechas, y recuerdo que iluminaba toda la habitación con ese hermoso color turquesa", fueron algunas de las palabras de Vincent Willem Van Gogh, el bisnieto de su hermano Theo, en una de las pocas entrevistas que ha realizado, en este caso a la BBC.
El artista posiblemente nunca imaginó el éxito de su obra ya que en vida vivió en la pobreza y consumido por trastornos mentales. Su gran apoyo fue siempre Theo, su hermano, con el que mantuvo una gran correspondencia que luego sería publicada y traducida a varios idiomas.
"Los dos hermanos, Vincent y Theo, eran muy, muy cercanos. Theo era un marchante de arte en París y apoyó a su hermano, quien comenzó a convertirse en artista a la edad de 27 años, enviándole dinero. A cambio, Vincent le envió la mitad de las pinturas y dibujos que hizo a su hermano Theo para mostrarle lo que estaba haciendo y también con la esperanza de que Theo vendiera algunas de sus pinturas. Pero eso nunca sucedió desafortunadamente, porque Vincent se adelantó a su tiempo. Era un artista muy innovador y a la gente no le gustaba tanto su trabajo cuando aún estaba vivo", refirió su descendiente, quien para evitar confusiones se hace llamar Willem, el segundo nombre que también comparte con su famoso tío bisabuelo.
Incomprendido en su tiempo, falleció a los 37 años, presumiblemente de heridas autoinfligidas. "Mi abuelo nació en enero de 1890, y su tío, Vincent, falleció ese mismo año, el 29 de julio. Desafortunadamente su padre, Theo, murió unos cinco meses más tarde también, por lo que creció solo con su madre". Fue entonces Johanna, la viuda de Theo, quien decidió luchar por el reconocimiento del valor artístico de su cuñado y le ofreció algunas de las pinturas a escritores, intelectuales, políticos y artistas destacados de la época y eventualmente esta estrategia comenzó a tener éxito.
Los famosos cuadros formaron parte de la infancia de Vincent: "Los girasoles" colgaban sobre el sofá en la sala de estar, estaban "Almendro en flor" y "La cosecha" eran parte de la familia. A mí me gustaba desde pequeño, creo que por la misma razón por la que a mucha gente le gusta el arte de Vincent: por los colores vibrantes. Almendro en flor, por ejemplo, estuvo colgado en la habitación de los niños mientras crecían, ahí donde mi padre y sus dos hermanos hacían peleas de almohadas. Pero sobrevivió en condiciones prístinas. Nunca ha sido restaurada y está en perfectas condiciones en las paredes de nuestro museo en Ámsterdam".
Willem tenía 10 años cuando se dio cuenta de que estas pinturas que fueron parte de su infancia eran famosas. "En unas vacaciones familiares en Francia vimos una reproducción de “Los girasoles” en el dormitorio, la misma pintura que conocía tan bien de la sala de estar de mis abuelos. Fue entonces cuando pensé: ’Nuestro familiar debe ser muy muy famoso, porque está en este país donde la gente habla otro idioma, la comida sabe diferente, todo se ve diferente’. Ese fue el momento en que me di cuenta".
También fue alrededor de este tiempo, en la década de 1960, que su abuelo comenzó a pensar en cómo asegurar el futuro de las pinturas: "negoció con el gobierno para poner toda la colección completa -porque también poseía 200 pinturas de Paul Gaugin, Georges Seurat, Toulouse Lautrec, contemporáneos de Vincent- que estaba en manos de la familia en una Fundación Vincent van Gogh, para garantizar que la colección se mantendría intacta para todas las próximas generaciones, para siempre. Y a cambio, el gobierno prometió construir el Museo Van Gogh".
“Me pareció triste la venta de las pinturas pero mi abuelo estaba muy feliz porque iba a hacer realidad su sueño de que todos pudieran verlas”. El Museo abrió sus puertas en junio de 1973 y el descendiente de Vincent Van Gogh fue todos los días hasta su muerte, en 1978. Al día de hoy, es uno de los museos más visitados del mundo.