Un efectivo de la Policía de Entre Ríos fue filmado amedrentando a un nene de 10 años en la localidad de Concordia. En el video que se viralizó se escucha al niño llorar y pedir por favor que no le haga nada.
Su madre, Soledad Galli, radicó la denuncia en la jefatura de policía y comentó al sitio 7 Páginas que su hijo “estaba jugando al fútbol en el campo de deportes y cuando terminaron, pasaron la pasarela de la estación de trenes para tomar el colectivo y ahí fue que el policía sin motivos intentó esposarlo. Si no hubiese sido por uno de sus amigos, quién sabe en qué hubiera terminado todo esto". Dijo que tras los hechos, el niño estaba “muy asustado; no para de llorar".
Según el sitio Radio City de Federación, testigos afirman que un grupo de menores jugaba al fútbol en esa zona, cuando algunos de los niños fueron hasta los vagones a sacarse fotos, lo que habría alterado al uniformado.
Luego la mamá del menor de edad, utilizó las redes sociales para confirmar que había radicado la correspondiente denuncia.
En declaraciones a DIARIOJUNIO, el Comisario Mayor de la Jefatura de Concordia, José Cancio, dijo haber tomado conocimiento del video que se viralizó por redes sociales
El hecho ocurrió en las instalaciones de la ex Estación Central de trenes de Concordia. Según confirmó la autoridad policial, se ha tomado la denuncia a la mamá del menor y se dio intervención a la división de “Asuntos Internos”.
En el video se puede ver que el policía de porte robusto sostiene y retuerce la mano del nene que llora y pide que por favor lo suelte.
Según fuentes policiales, una delegación de asuntos internos de Paraná arribó para recopilar todo el material posible para evaluar la actuación del oficial.
Este tipo de hecho es común en los barrios populares de todo el país. La represión a manos de las fuerzas policiales se desató con más fuerza en la pandemia, avaladas por el discurso gubernamental que les dio vía libre para hacer cumplir la cuarentena. En este contexto tuvieron lugar hechos brutales, como la desaparición seguida de muerte de Facundo Castro en la provincia de Buenos Aires, o el asesinato de Luis Espinoza en Tucumán, entre otros casos de represión y violaciones a los derechos humanos básicos, en el marco de la pandemia.
En Concordia, considerada la ciudad más pobre del país (con índices de pobreza que alcanzan un 49 % superando la media nacional, de 42 %) la situación de las infancias y adolescencias es crítica. En la localidad, abunda el trabajo precario y hay denuncias de trabajo infantil y explotación sexual de menores a manos de funcionarios del Copnaf.