Dani es referente del PTS en Bahía Blanca, dirigente de Pan y Rosas, agrupación de mujeres y disidencias, e integra la Multicolor en el SUTEBA recuperado como parte de La Marrón Docente. Es segunda precandidata a concejala del FIT Unidad en la lista 1A, integrada por el PO, el PTS e IS. Conversamos con ella sobre los desafíos de la Izquierda en estas PASO.
-¿Por qué pensás que la izquierda tiene que estar en el Concejo Deliberante?
Porque no se puede seguir sin tratar la agenda de las familias trabajadoras y la juventud precarizada. Dentro del Concejo Deliberante no hay una oposición real. Los partidos que representan a Juntos por el Cambio, ahora Juntos y los armados políticos peronistas en todas sus variables, representan el 92% de los votos: Pero no es una cuestión solo de votos, sino de los intereses que representan estos partidos que gobiernan para las grandes empresas, el polo y el puerto. Pero los problemas de las familias trabajadoras, las mujeres, la juventud precarizada y desocupada y las disidencias no están en su agenda. Por eso decimos que el FITU tiene que ser tercera fuerza social y política, ingresando al Concejo para ser la voz de las luchas, fortalecer las demandas de los sectores populares, y evitar que el descontento con los gobiernos sea capitalizado por la derecha
-La izquierda ya fue tercera fuerza en Bahía, ¿por qué no entró al Concejo?
Los altos porcentajes para ingresar al Concejo hacen que solo se escuche la voz de los partidos tradicionales, que siempre benefician a los poderosos. El Frente de Todos quiere aparecer como opositor a las políticas de Gay, pero su política se basó en fortalecer las ganancias de las empresas del Puerto con Susbielles como administrador. Los “vecinalistas” siempre se ubicaron apoyando a alguno de los dos grandes bloques. No fueron, ni son alternativas reales. Hablan de los vecinos, pero votan para los millonarios.
Además: ¿Vos sabes cuánto gana un concejal? más de 250 mil pesos. Lo que equivale a 4 canastas básicas por mes, mientras muchos trabajadores ni siquiera llegan a completar una. El intendente gana por mes lo mismo que muchos en un año: $600.000 de bolsillo. Ellos viven como ricos, llenos de privilegios, tienen asesores, hacen política con las necesidades de la gente, mientras miles de trabajadores no llegan a fin de mes o ni siquiera tienen acceso a los alimentos básicos.
Solo desde el FIT-U planteamos que es necesario terminar con estos privilegios peleando para que todo concejal cobre lo mismo que una maestra o una enfermera, como ya hacen nuestras compañeras y compañeros parlamentarios, que donan el resto de la dieta a las luchas. Junto a mi compañera Lorena Savioli, precandidata por la sexta sección electoral, proponemos la derogación de la Ley Orgánica de Municipalidades que perpetúa los privilegios de la casta política y le garantiza a los concejales un salario equivalente a 5 sueldos mínimos de los trabajadores de la salud.
Queremos ser tercera fuerza para cuestionar que haya ganancias exorbitantes, y funcionarios y concejales millonarios, mientras cientos de familias se ven empujadas a la toma de tierra para poder darle un techo a sus hijos, porque son precarizados con salarios miserables o quedaron desocupados durante la cuarentena como pasó en Don Bosco o el Barrio La Caldera.
Mientras ellos festejaban en Olivos, desaparecían a Facundo Castro y decenas de jóvenes laburantes eran perseguidos por la bonaerense de Berni. Esa imagen de los privilegios está muy alejada de las necesidades de las familias trabajadoras y desocupadas, que con la pandemia y el ajuste se profundizaron. La derecha lo critica en tono electoral, pero hacen lo mismo.
-¿Cuáles son las principales problemáticas de la ciudad que el FIT-U quiere discutir?
Mientras Juntos y el Frente de Todos, se pasan la pelota, queremos debatir cuales son las principales problemáticas de la ciudad, como la enorme precarización laboral en la que se encuentra la mayoría de la juventud. En el último año, la canasta básica alimentaria subió un 59%. El trabajo precario es el 36% y el informal 27, 3%. El índice de desocupación alcanzó el 10%. Más de 13 mil familias no tienen vivienda.
Hay un dato no menor: en el último año el puerto de Bahía Blanca aumentó sus actividades un 35%, la exportación de cereales batió todos los récords. Pero el pan, la harina de trigo y de maíz aumentaron más de un 10% en las góndolas de los supermercados. A esto sumale la inflación acumulada de un 27%. Esto es lo que nadie quiere discutir, porque requiere implementar medidas profundas que solo proponemos desde la izquierda.
Por eso proponemos el cobro de una tasa extraordinaria a las empresas del puerto y polo y grandes propietarios inmobiliarios y rurales para paliar la emergencia alimentaria y asegurar que cada familia acceda a los productos de la canasta básica. Pero con eso no alcanza.
En el Concejo Deliberante se otorgan licitaciones a empresas privadas para realizar distintas obras en la ciudad, negociados que están ocultos para la mayoría de la población. Proponemos una reforma urbana integral, basada en las necesidades de los que menos tienen, comenzando con un plan de obras públicas municipales para la construcción de viviendas en tierras ociosas y proveer de los servicios para habitarlas. Lo mismo para la construcción de refugios para mujeres y disidencias que están en situación de violencia. Este plan permitiría la creación de miles de nuevos puestos de trabajo. Para eso también acompañamos la propuesta de Nicolás del Caño del reparto de las horas de trabajo, con jornadas de 6 hs diarias con salario igual a la canasta básica familiar.
Todo esto que discutimos se puede lograr, con organización y lucha. Estamos impulsando con nuestras compañeras y compañeros una campaña a pulmón, sin aportes del Estado ni de las empresas, manteniendo nuestra independencia política y de clase, por eso llamamos las personas que quieran sumar su voz a estas peleas, a escribirnos para participar en los Comités Electorales y fiscalizar en la próxima PASO para defender los votos del Frente de Izquierda Unidad. Y a seguir organizándonos en cada sindicato y lugar de trabajo, en escuelas y facultades, en los barrios, para dar todas estas peleas tanto en las bancas que conquistemos como en las calles.
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