El 7 de septiembre de 1996, después de un show en vivo, Gilda se subió a un micro rumbo a Chajarí (Entre Ríos) y murió en un choque en la ruta.
Miriam Alejandra Bianchi era el nombre de la cantante de cumbia. Un año después de su muerte, en un homenaje de sus fans en Plaza Once, comenzó a hablarse de sus poderes curativos, de que era Santa. Allí nació el mito. Muchos de sus fans le atribuyen la condición de santa y muchas personas aseguran que se les apareció en sueños y que hasta se curaron con su música.
Entre sus canciones más conocidas se encuentran: Ámame suavecito; Corazón valiente; Corazón herido; Tu cárcel; Fuiste; No me arrepiento de este amor; No es mi despedida; Paisaje; No te quedes afuera; Se me ha perdido un corazón; Rompo las cadenas y La puerta.
Muchos de estos temas han sido versionados por bandas y artistas como Attaque 77, Los Charros, Leo García, Natalia Oreiro, entre otros.
Sobre ella se han escrito libros, documentales, papers académicos, películas.
Había nacido el 11 de octubre de 1961 en el barrio de Villa Devoto. Era hija de una profesora de piano y un empleado público. Se recibió de maestra jardinera, ejerció hasta que comenzó su carrera artística. Se casó con un fabricante de escobas, su novio de toda la vida. Tuvieron dos hijos.
En 1994 comenzó su carrera artística. Como cuenta Celeste Murillo en su columna en El Circulo Rojo “Gilda no se parecía a las cantantes de cumbia en ese momento, estamos a comienzos de los ‘90. La cumbia había explotado en los ‘80 como un género popular, casi todos los cantantes eran de origen popular y la mayoría eran varones”.
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