Las y los trabajadores de la salud en Mendoza irrumpieron en la escena con su lucha por el salario y contra la precarización laboral. En esta nota, conversamos con Laura Piastrellini, Florencia García y Matías Alvarado, trabajadores y estudiantes de la salud que integran la lista del Frente de Izquierda Unidad en estas elecciones.
Desde el comienzo, la pandemia golpeó fuerte sobre la provincia, dejando al descubierto el desfinanciamiento y la precarización laboral en la salud provincial. "Esenciales para el pueblo, invisibles para el Gobierno", fue el grito con el que miles de trabajadores y trabajadoras de la salud salieron a las calles durante semanas para denunciar el maltrato del Gobierno provincial y poniendo en pie una durísima lucha por el salario y contra la precarización de quienes dejaron todo durante la pandemia para garantizar el acceso a la salud de todos los mendocinos y mendocinas.
"Durante la pandemia, hubo muchísimo trabajo. Los trabajadores de la salud tomamos un rol fundamental", arranca contando Florencia García. Ella tiene 29 años y vive en Las Heras, departamento en el que integra la lista de concejales del Frente de Izquierda Unidad. Cuenta que se recibió hace dos años de enfermera, pero pese al colapso en el que esta hace años la salud pública, nunca consiguió trabajo en hospitales hasta que comenzó la pandemia. "Hace poco cumplí un año de servicio en el hospital, en el que ingresé precarizada con una prestación por emergencia sanitaria. También trabajé en los Centros de aislamiento extrahospitalario, que funcionaban en los hoteles. Debo decir que trabaje con un equipo maravilloso de profesionales que ponían el cuerpo con los pocos recursos que nos daban. Mi primer día de trabajo en el CAE, me quede sola con aproximadamente 20 pacientes que solo estaban para cumplir aislamiento. Una noche de terror fue cuando un paciente se descompensó, pues yo estaba sola, sin recursos básicos como para poder asistirlo, como oxígeno por ejemplo y los hospitales sin camas disponibles. No puedo explicar el miedo y la frustración, con mis compañeros ayudándome por teléfono. Una de las muchas situaciones angustiantes que tuvimos que pasar", recuerda sobre sus primeros días en el servicio.
"Vimos como los políticos seguían aumentando sus dietas mientras mantenían el salario congelado de los esenciales. Como denunció Lautaro Jimenez, solo el aumento en las dietas en lo que va del año equivale al salario de una enfermera precarizada, por eso junto a Mailé Rodríguez presentamos en la Legislatura un proyecto para reducir las dietas de los legisladores y con ese dinero equipar las terapias intensivas".
Las y los prestadores de servicio, son enfermeras y enfermeros precarizados bajo la forma de monotributistas que hace desde que comenzó la pandemia que vienen exigiendo su pase a planta y el reconocimiento de la categoría profesional de las y los licenciados. Con su lucha, el año pasado conquistaron el anuncio del pase a planta, una lucha que continúa por el efectivo cumplimiento por parte del Gobierno.
"Pasaron dos olas de contagios y nosotros ya las habíamos enfrentado, con bajas en nuestra línea, compañerxs que fallecieron por Covid. Nuestra lucha expresa bronca y cansancio, de que nos usen, de resignarse a los aumentos miserables, cuando los legisladores se aumentan un 30% sus dietas a nosotros nos dieron el 10%, muy por debajo de la Canasta Básica", resume esta joven trabajadora, parte de una nueva generación que, junto a los médicos residentes, dijeron basta y se plantaron por sus derechos.
Según un informe del Centro de Investigaciones en Economía Crítica, la provincia efectuó un profundo ajuste a la salud en 2020, donde aumentó un 16 % lo destinado a servicios sociales con respecto a 2019, cuando la inflación acumulada superó el 36 %. De esta manera, la provincia se convirtió en una de las que menos invirtió en salud durante la pandemia, pero se mantuvo entre las 10 provincias que más destinaron a Gastos Gubernamentales, Seguridad y el pago de deuda.
Esto se tradujo en falta de insumos y personal en toda la provincia. "La falta de recursos en los hospitales públicos, centros de salud, sedes de Osep, tanto físicos como humanos quedaron en evidencia en esta pandemia. Desde la falta de camas, barbijos adecuados, indumentaria, edificios apropiados para la atención de enfermedades respiratorias, etc, hasta trabajadores de la salud preparados y capacitados para tal fin", agrega Laura Piastrellini, trabajadora de Osep en Malargüe y precandidata a concejal en el departamento. "Se evidenció la tremenda precarización laboral de muchos trabajadores de salud y que estos gobiernos de derecha tanto PJ como Cambiemos han y siguen siendo cómplices de la tremenda explotación que sufren fundamentalmente las y los trabajadores de la limpieza", relata.
Laura tiene 43 años y nació en San Rafael, pero hace 18 años que vive en Malargüe y 17 que trabaja en Osep, donde día a día convive con un sistema de salud vaciado por todos los gobiernos. "Necesitamos un aumento del presupuesto para salud para garantizar recursos humanos y físicos en hospitales, centros de salud, sedes de Osep. Junto al pase a planta a todo el personal de la salud y la eliminación de todo tipo de contratación en negro como prestaciones y contratos de locación", resume sobre las propuestas que junto a Noelia Barbeito y Lautaro Jiménez impulsan desde el Frente de Izquierda.
"Estamos por la centralización del sistema de salud, por el aumento de presupuesto y que el sistema sanitario sea manejado por sus trabajadores y usuarios. En esta pandemia se demostró la cara más brutal del capitalismo, evidenciando tasas de ganancias récords para los laboratorios mientras hay países en los que actualmente cuentan con muy pocas vacunas. Esa contradicción se puede enfrentar nacionalizando todos los laboratorios y que estén en función de las necesidades reales de la población", completa Matías Alvarado, estudiante de medicina y precandidato a diputado provincial.
Matías, de 28 años, vive en Maipú y combina el estudio en la UNCuyo con su trabajo como cocinero hace 4 años. "El trabajo durante la pandemia fue dificil ya que disminuyó la demanda de comida por la restricción de eventos y se agudizó la crisis sanitaria en todo sentido. Pero en lo que más golpeó es en la sobrecarga de trabajo, sumado a las dificultades para llegar a fin de mes", cuenta sobre su experiencia.
"Soy candidato porque creo que les trabajadores y estudiantes tenemos que torcer el rumbo por el cual nos quieren llevar los políticos de siempre, ese rumbo que solo conduce al sometimiento ante el FMI, la entrega y contaminación a nuestros recursos, a mayor precarización laboral", resume Matías. "¿Quién mejor que nosotros sabe lo que es trabajar muchas horas en condiciones poco favorables y por un salario de hambre mientras una minoría se queda con las ganancias de nuestro trabajo?", completa Florencia.
Ellos, al igual que decenas de trabajadores y trabajadoras de la educación, vitivinícolas y jóvenes que se organizan para defender nuestros bienes comunes, son parte de las listas del Frente de Izquierda en toda la provincia para que en estas elecciones se exprese la fuerza del pueblo trabajador en las calles y no sean los políticos de siempre quienes se sigan beneficiando de una crisis que ellos mismos generaron.