De esos temas hablamos en la columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
En los últimos días el problema de la vivienda, en especial para los que tienen que alquilar, recorrió varios medios.
Llegó de un lugar un poco inesperado, desde Berlín, luego de que el domingo se conoció que el 57% votó en un referéndum a favor de la propuesta para expropiar a las grandes empresas inmobiliarias unos 240.000 propiedades, para que pasen a ser viviendas de administración pública.
El objetivo es que esas viviendas pasen de la especulación inmobiliaria a ser de acceso más económico y ayudar a bajar los precios de los alquileres, en una ciudad donde el 80% alquila.
Seguro cualquiera que alquila sabe lo que cuesta conseguir un lugar acorde a lo que necesitamos y a buen precio. Buscando algunos datos resulta que esto es un problema en la mayoría del planeta.
Empezamos con Berlín, sigamos en Europa. Según datos de Eurostats casi una de cuatro (el 24%) de las personas que alquilan en la Unión Europea destinan más del 40% de sus ingresos para pagar el mismo.
Un ejemplo es el español. Desde 2015, el precio de los alquileres dio saltos del 60% en Cataluña o el 57% en Madrid. En 2020 se calculó que unos 400000 hogares estaban en riesgo de desalojo por no poder pagar.
La contracara es el crecimiento del negocio inmobiliario, aprovechando la desregulación del mercado inmobiliario durante finales del siglo pasado.
El negocio inmobiliario les decía, nos vamos a China. En la capital Beijing, el gobierno local había tomado una medida, desalojar a miles de familias de barrios periféricos. Esas familias, en general trabajadores migrantes del interior del país solo podían alquilar en esa zona.
¿Qué pasó? Las zonas periféricas de la ciudad se destinaron al negocio inmobiliario y esto nos relaciona con algo muy actual, la crisis del gigante de la construcción Evergrande.
La crisis de esa empresa preocupa por el impacto en el gigante asiático porque está en juego un modelo que está muy presente en todo el mundo, incluida la Argentina: construir con fines de inversión, en manos de muy pocas empresas o personas, y no necesariamente para responder a una demanda de vivienda.
Alquileres altísimos, desalojos y negocios inmobiliarios es algo que conocemos bien en Argentina. Según una encuesta que publicó Inquilinos Agrupados: el 52% de la población del país destinó más de la mitad de sus ingresos a pagar el alquiler.
Pero volvamos a Berlín. El referéndum fue consultivo, queda en manos del gobierno local aplicarlo y ya empezaron las excusas justificando por qué no van a tocar los intereses de las grandes empresas.
Pero deja algo muy interesante, por un lado la organización de miles de personas para reclamar el derecho a la vivienda, pero también muestra el apoyo masivo a una salida de fondo: para tener derecho a la vivienda, hay que afectar los negocios de los grandes capitalistas. |