Desde hace 8 meses, la rectoría de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y la dirigencia sindical han mantenido una serie de reuniones, en la que el sindicato reclama, entre otros temas, un aumento real a los salarios de los trabajadores; en el contexto de la pandemia de Covid 19 un regreso seguro a los centros de trabajo y la negativa a la imposición del retorno a actividades, (no se entiende si es negativa al retorno o retorno seguro) asimismo, se denuncia que la administración está atacando los derechos consagrados en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), como por ejemplo, el intentó de tasar las prestaciones en pesos en lugar de en salarios mínimos, lo que implica que los derechos aumenten cada dos años y no cada año, como es actualmente.

Es de destacar que en los reclamos del STUACM se omite por completo a las y los profesores de asignatura, en especial a los que fueron despedidos desde noviembre de 2019 por exigir derechos laborales y respeto al CCT.

Este ataque contra los derechos humanos laborales se enmarca en una ofensiva más amplia que tanto el sector privado como gobierno de la 4T vienen impulsado, en el que la precarización laboral es la regla. Si bien es cierto que el gobierno impulsó el aumento al salario mínimo, este está muy lejos de cubrir las necesidades de la canasta básica, es más, el salario mínimo mexicano es de los más bajos de América Latina. Bajo esta perspectiva, la retórica progresista de Morena no pasa de eso, de mero discurso.

Otro caso emblemático son los profesores de las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García” (UBBJ) en que, la responsable del programa, Raquel Sosa, despidió masivamente a cientos de profesores, aludiendo que ellas y ellos “no son trabajadores” sino “beneficiarios sociales”, es decir, negando cualquier derecho laboral.

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¿Ataques contra unos cuantos? No, ataque contra todos

Al precarizar las condiciones de los trabajadores no basificados y que no están afiliados al sindicato también se termina afectando a los que sí tienen estabilidad en el empleo, porque al debilitar las estructuras sindicales y promover el individualismo entre la base trabajadora, se abre el camino para que las autoridades sigan recortando derechos. Los profesores de la Asamblea de Profesores de Asignatura de la UACM alertamos sobre esta situación, por eso llamamos a toda la base a poner en guardia y detener la envestida.

Por otra parte, el estudiantado también sale perjudicado, porque los profesores al no tener estabilidad le dedican menos tiempo de preparación de clase, sin olvidar que, cuando las estructuras laborales se debilitan, el siguiente paso es avanzar sobre el derecho a la educación, como lo es, por ejemplo, el intento de privatización de las universidades, en nuestro caso, de la UACM.

Ante este panorama, el SUTUACM convoca a un mitin en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México a las 13:00 hras. Mientras que emplaza a huelga para el próximo 8 de octubre a las 12 del día. En este sentido, debe convocarse a estudiantes, trabajadores administrativos y manuales, académicos –de tiempo completo y de asignatura— e incorporar a los que han sido despedidos por luchar e incluir sus demandas por reinstalación y basificación.

La unidad de los diferentes sectores es la única manera de acumular fuerza para avanzar contra el plan de las autoridades, ningún sector por sí solo puede detener la ofensiva, solamente soldando la unidad entre los trabajadores así como con los estudiantes que reivindique los derechos de todos es posible defender y conquistar los derechos.

Por último, es necesario que el Sutuacm inicie una campaña de afiliación masiva de todas y todos los trabajadores de la universidad que no se encuentren afiliados, pues de esta manera es posible ganar a nuevos sectores y sumar mayor fuerza al sindicato lo que lo pondría en mejores condiciones para enfrentar los ataques.