Desde el fallo de la SCJN en la que se declara inconstitucional la penalización del aborto, los grupos antiderechos y sectores de la Iglesia han echado a andar una ofensiva para frenar este derecho. En esta ocasión la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó un comunicado a través de la Agencia Fides en el que llaman a reconsiderar el fallo.
El CEM declara que un problema tan complejo que contempla aristas “antropológicas, científicas, filosóficas y éticas que no es posible reducir a una resolución en un asunto judicial”, lo que ignora la Iglesia es que lo que las mujeres han reclamado es que dichas disciplinas deberían estar al servicio de preservar la salud e integridad de las mujeres, y no estar en función de determinar sus cuerpos y su sexualidad, dado que la decisión de abortar o no es un asunto personal y compete a la mujer o persona gestante.
Por otro lado, afirman que “ninguna mujer debe verse orillada a tomar la dramática decisión de recurrir a la práctica del aborto”, como si la despenalización obligara a las mujeres a practicarse un aborto, nuevamente el movimiento de mujeres ha puesto el énfasis en la libertad de las mujeres de decidir, y la necesidad de que se garanticen las medidas mínimas para tener maternidades deseadas y libres. Por otro lado, hablan de la “dramática decisión” cuando en realidad son precisamente la ideología de la Iglesia y los sectores conservadores los que imponen la criminalización y la moralidad cuando una mujer intenta decidir sobre su cuerpo.
No hay estudios que demuestren que hay una relación causal entre problemas psicológicos y el aborto, sino que es precisamente la cultura patriarcal la que hace que las mujeres se sientan señaladas, juzgadas y criminalizadas, cuando queremos elegir sobre nuestra sexualidad y sobre nuestros cuerpos.
Peor aún, dicen que las mujeres no deben “verse orilladas al aborto” cuando la Iglesia ha sido uno de los principales opositores de la educación sexual integral, una de las medidas principales para prevenir embarazos no planeados, y que permitiría que las mujeres y todes disfruten plenamente de su vida sexual.
Nuevamente queda claro que a la Iglesia no le interesa “salvar vidas”, sino mantener el control de la reproducción y de los cuerpos de las mujeres, imponiendo como único destino para las mujeres ser madres.
No son provida, sin antiderechos
El pasado 3 de octubre, organizaciones antiderechos, de la mano de la CEM, impulsaron movilizaciones contra la despenalización del aborto en 70 ciudades del país. Con argumentos oscurantistas exigieron se revirtiera el fallo de la SCJN.
Cabe destacar que a diferencia de la movilización del 28 de septiembre, que fue recibida con un escandaloso operativo policial y con vallas en todo el recorrido, esta movilización en la CDMX tuvo un recorrido sin hostigamiento policial del Auditorio Nacional al Ángel de la Independencia, mostrando de qué lado está la Policía y a quién protege el gobierno de la CDMX.
Por si fuera poco, al finalizar la movilización, en un acto por demás violento, realizaron una ecografía a una menor de 15 años. No solo invadiendo la privacidad de la menor, sino haciendo apología del embarazo adolescente que, en la mayoría de los casos, está ligado a casos de violencia sexual y es la principal causa de deserción escolar en niñas y adolescentes.
A los antiderechos, mal llamados “provida” no les interesa la vida de las niñas y adolescentes, pues de ser así sabrían que los embarazos y partos en este sector de la población tienen muchos riesgos, incluso mortales. Peor aún en un país que encabeza las cifras de embarazo adolescente en los países integrantes de la OCDE.
Por otro lado, cifras de la Organización Panamericana de la Salud y la OMS indican que la segunda causa de muerte en las adolescentes entre 15 y 19 años en todo el mundo son las complicaciones durante el embarazo y el parto. Las adolescentes de menores de 19 años tienen el doble de riesgo de muerte materna, y este riesgo se cuatriplica en menores de 15 años. Los embarazos adolescentes no solo tienen riesgos para la embarazada sino para el propio feto, son más propensos los partos prematuros o los nacimientos con bajo peso. Teniendo en cuenta esto ¿Qué vida dicen salvar los antiderechos?
Por el contrario, según diversas fuentes, el aborto cuando es practicado en condiciones seguras y con personal médico capacitado, tiene muchos menos riesgos que el parto en adolescentes [1]. Y los abortos se vuelven inseguros cuando están atados a la clandestinidad o cuando son autoinducidos, y esto se debe a la restricción y penalización del mismo, o a la negación de este derecho en las instituciones de salud.
Por tanto, la prohibición del aborto no los impide, sino que lo vuelve inseguro. Nuevamente los “provida” en realidad no salvan vidas, lo único que generan es orillar a las mujeres a la clandestinidad al oponerse a los derechos sexuales y reproductivos.
Por el derecho al aborto legal, seguro, libre y gratuito
Ante la ofensiva de estos sectores que buscan invalidar la despenalización del aborto, es indispensable que el movimiento de mujeres siga avanzando en la lucha por nuestros derechos. Pues si no se legaliza y se garantiza de forma gratuita en clínicas y hospitales, las que nuevamente serán orilladas a la clandestinidad serán las mujeres pobres y trabajadoras.
El fallo de la SCJN es sin duda un paso al frente, y es producto de la lucha histórica de las mujeres; este debe ser un paso firme para avanzar en la lucha por la legalización del aborto.
Impulsemos de forma unitaria una campaña nacional por el derecho a decidir que contemple: educación sexual integral, acceso a anticonceptivos gratuitos y de calidad, así como el aborto legal, seguro, libre y gratuito. |